A los 14 años dejé de estudiar y comencé mi vida laboral, pero llevo 58 en esta Universidad que es la vida y la que de verdad te enseña, con disgustos, trompicones, tortazos, con lo que sea, pero vas sacando año tras año. Por ello no me creo más que nadie pero tampoco de los más retrasados de la mencionada Universidad. Últimamente me estoy casi atrofiando un poco con las noticias que escucho, leo y veo, por ello voy hacer mención a algunas de ellas. A lo mejor, de una persona que sólo ha estado en el colegio hasta los 14 años, pueden aprender algo los que están diplomados, algunos de nuestros gobernantes y por supuesto los que no lo están y son como yo, (a veces hasta un mal burro da una buena patada), porque lo cierto es que a personas como el que suscribe se nos hace difícil comprenderlas.

La educación en los jóvenes cada vez va a menos, si a esto no se le pone freno ¿a dónde vamos a llegar? (cómo un padre o un profesor puede poner respeto a un niño si las leyes ni siquiera les dejan enseñar los dientes). En mi colegio éramos 10 alumnos con un solo profesor (eso sí, un muy buen profesor), allí no se movía ni una mosca, pero había un respeto y nunca se hirió ni mató a nadie, lo que sí, a este profesor le respetaban todos y los que más, los padres de sus alumnos. Con esto no quiero decir que se le pegue a nadie ni que se hagan cosas raras, quiero decir que si un padre o un profesor, en su momento dado, tiene que dar un coscorrón a un hijo o a su alumno, en un caso extremo se pueda abrir una investigación pero nunca tener las leyes en contra para castigar a éstos que son los que están tratando de hacer de ese niño un hombre de futuro. Cómo puede reaccionar un padre o un profesor cuando un hijo o alumno le dice: tú pégame que te denuncio. Lo que hasta ahora digo seguro que está mal, pero ¿está mejor que los hijos y alumnos se peguen entre sí, incluso con navajazos, haciendo el botellón y destruyendo lo que la sociedad construye sin tener en cuenta ni la crisis ni nada?

Violencia de género, no puedo ver o escuchar día tras día como se incrementa el número de víctimas por este caso, algo habrá que hacer, y yo sugiero: ¿no habrá que cambiar entre otras cosas la ley? (si el hombre y la mujer son dos seres humanos ¿por qué la ley protege más a uno que al otro?). La ley es para ser justa para unos y para otros. Se han parado a pensar si esto no será causa de muchas de las denuncias e incluso víctimas de este tema tan importante y que va en aumento. Por eso es tan importante la educación desde pequeño (insisto).

La culpa de esto en mucha parte la tienen nuestros gobernantes, no sólo porque ellos pueden hacer o reformar las leyes sino por su actitud de agresividad que día a día están mostrando ante toda la ciudadanía, falta de respeto, educación, ética, engaño, el no cumplir con su puesto de trabajo, el abandonar los hemiciclos cuando hablan los partidos de menos representación (ellos cobran por eso y deben de estar y escuchar a todos, al igual que le gusta que todos les escuchen a ellos), dejando en ridículo a los poderes principales del Estado, tales como el Judicial, Policial, Guardia Civil, etc. Eso da tan mala imagen y demuestra una falta de lo que antes menciono que no es nada extraño que lo mismo se haga en la calle. De igual manera que nos puede extrañar que los empresarios defrauden e invadan impuestos llevando dobles contabilidades, si quien les enseñan son nuestros partidos políticos, con las cuentas A y B, con facturas falsas, etc. Señores gobernantes, analicen lo que ustedes están sembrando y no crean que todo sale de la calle, yo creía que tenían que ser ejemplares pero no lo demuestran. De igual manera me quiero dirigir a los medios de comunicación rogándoles que procuren hacer programaciones constructivas y educativas y, más que nada, se procure que no se digan palabras mal sonantes (es que ahora es una desgracia la programación que nos echan para los niños en la televisión), que intentan enseñarles, por ejemplo, con los Simpson, analicen el vocabulario y las trastadas de la serie. Dónde quedan programas como La Casa de la Pradera o Verano Azul, esos eran constructivos y gustaban tanto a niños como mayores. Ahora qué.

Con respecto a la Radio, señores directores de programas, si los señores tertulianos no lo saben, para eso están ustedes. No es posible, a parte de ser de mala educación, escuchar a dos personas hablando a la vez. Me gusta escuchar Hora Veinticinco pero no soporto el que mientras está interviniendo un tertuliano, el otro u otros se metan en el medio; a eso yo también le llamo falta de educación y falta de respeto hacia los demás. Todos ustedes están en unos sitios desde los que pueden hacer mucho por nuestros jóvenes, demuéstrenlo, que seguro que han pasado por facultades.