Son necesarias complicadas negociaciones y estudios jurídicos para conseguir que una norma señalada como falta y regulada por el Derecho Civil pase a tipificarse como delito, incluirse en el Código Penal y poder enviar a alguien a la cárcel por quebrantarla. El Código de circulación necesitó años para que algunas de las conductas que sancionaba se castigasen como delito, a pesar de las miles de muertes que se producen cada año en nuestras carreteras. Por ello, se puede considerar fulminante el paso en un mismo año de las leyes antipiratería por las Cortes españolas para considerar delito actividades como la venta de cedés piratas y, como consecuencia, se puede pensar razonablemente que la influencia de la SGAE en nuestros dirigentes políticos debe ser considerable. Si pensamos que se ha aprobado una ley que sanciona presumiendo la culpabilidad del ciudadano previamente, que se llegó incluso al absurdo de pretender practicar la censura previa con el cierre de páginas web sospechosas y que se pretendía sancionar con carácter retroactivo acciones y/u omisiones relacionadas con la piratería, podemos deducir que la actitud de nuestros gobernantes para con esta asociación sólo puede ser calificada como servil. Y, ante esto, yo me pregunto: ¿Por qué un artista que graba un cd debe cobrar toda su vida por ello? No se me ocurriría pensar que otro artista, un pintor por ejemplo, cobrase por cada persona que entre en un museo a admirar una obra suya. Y no hablemos de otras profesiones; imaginen que un ingeniero que ha diseñado un puente cobra un canon a toda persona que lo cruce ¡¡durante toda su vida!! Se consideraría un abuso aunque lo cobrase sólo una semana. Entonces... ¿por qué se les permite a estos señores vivir toda su vida de un mismo trabajo?