El viernes 31 de octubre, mi niña de 3 años fue operada en el Policlínico Cíes de amígdalas, oídos y vegetaciones. La operación fue perfecta, se pasó el día vomitando como es normal en la operación. Esa noche su padre se quedó con ella. A las 2 de la mañana mi marido me llama para decirme que mi pequeña se encuentra en la U.C.I. del Xeral. Hacia las 2 de la mañana tuvo convulsiones y la doctora de guardia la entubó porque no respiraba y ordenó a una enfermera que, en su nombre, llamase al 061. Ésta lo hizo y la operadora comenzó con su protocolo de preguntas,aunque se le avisó que se llamaba del Policlínico en nombre de la doctora y que el caso era grave.Ya tenían los pasillos y todo abierto para que entrase la ambulancia. Al final tuvieron que trasladar a mi hija en brazos de un enfermero, la doctora insuflando oxígeno y otra enfermera con el suero en la mano.Mi marido, por supuesto, detrás de ellos corriendo. Cuando mi hija llegó al Xeral estaba cianótica. Yo me pregunto porqué en el Policlínico no hay una ambulancia de guardia por si surgen casos, que son pocos pero que ocurren, como el de mi niña, que fue una bajada de sodio. Preguntando a los altos mandos del Xeral me contestaron que no debieron haber llamado en principio al 061, porque ellos tienen concertadas ambulancias. ¿Creen ustedes que en momentos de gravedad se van a poner a buscar ese número de teléfono? Lo primero que haces es buscar la primera solución ante la gravedad. Mi niña estuvo casi 3 días atadita de manos y tardó en recuperarse, pero gracias a Dios ahora está en casa, eso sí, bajo controles. También tengo que decir que no tengo ninguna queja en contra de los sanitarios que trataron a mi hija, pero le pregunto a esa operadora y a las altas esferas del Xeral, si mi hija se muere ¿quién me la iba a devolver? ¿Sería uno de los tantos casos que se tapan y todo el mundo se lavaría las manos? Esto es el Sergas, ya no somos pacientes somos clientes. En fin, pediría a todos los padres que puedan haber tenido algún problema como el mío que no se callen,que exijan sus derechos, que primero hagan sus reclamaciones y luego denuncien porque no me gustaría que nadie viviese ni viese los casos que presencié durante esos casi 5 días.