Ahora que comenzamos a percibir de cerca el deterioro que está sufriendo nuestra economía, con la cifra de desempleados aumentando cada día, los empresarios observando el futuro con pesimismo, el gobierno queriendo ayudar a las entidades financieras en dificultades mientras estas tratan de ocultar sus agujeros negros para no desencadenar las estampidas de clientes. El silencio de los corderos sindicales que tratan de justificar la baja y enquistada productividad laboral y la irresponsabilidad política existente. Mientras el resto del mundo estaba pendiente de las elecciones en EE.UU., con el triunfo ya sabido de Obama,los televisores miraban el programa de Gran Hermano que fue líder de audiencia, al igual que será líder de audiencia la próxima entrevista a Julián Muñoz. Tenemos el país que merecemos, algunos se creyeron que estar en Europa y que esta nos estuviera subvencionando eternamente, mientras aquí alimentábamos peonadas,multiplicábamos los altos cargos, poníamos coche oficial a la portera,cambiábamos despachos oficiales, recalificábamos huertas y zarzales convirtiéndolos en Marinas Dos y demás,hipotecamos hasta el gato, haciéndole creer que en su piso encontraría petróleo. Este país de Alicia en las mil maravillas se va atener que poner las pilas, nos tenemos que poner las pilas,vamos a tener que aplicarnos, decirle a esta clase política que nos engaña y malgobierna que se acabaron las contemplaciones, que sobran la mitad de los políticos y el 90% de sus asesores, que no estamos dispuestos a que gasten nuestros impuestos sin responsabilidad,cambiar la Constitución para exigir responsabilidades penales a nuestros políticos y meter en la cárcel a tantos que deberían de estar y que nos sermonean tratándonos como si fuésemos niños de teta. Creo que este país necesita cambiar muchas cosas, hasta la forma de vivir del cuento de miles de funcionarios cargados de privilegios, de cientos de liberados sindicales que trabajan un 30% menos que tu y que yo, mientras cacarean que defienden nuestros intereses.Este país no puede mantener una administración central descamisada, diecisiete autonomías descaradas y sin control en el gasto, diputaciones, delegados del gobierno, ayuntamientos sobrecargados de funcionarios, intermediarios y especuladores por doquier en todos los campos, falta de supervisión y control salvo en las carreteras y hacer que la justicia esté donde tiene que estar. Igual, la crisis que ahora comienza nos enseñe por donde van los tiros y todo lo que tenemos que hacer y exigir para que de verdad nos convirtamos en un país de verdad y nos demos cuenta de lo que hemos estado haciendo hasta ahora.