Es impresionante la capacidad que tenemos los humanos para afrontar las tragedias. Esto viene a cuento porque hace una semana en Oia sufrimos uno de esos siniestros de tráfico que a pesar de repetirse muy a menudo somos incapaces de impedir. Tres miembros de una familia perdieron la vida y un cuarto está en situación crítica. Unos achacaron el accidente a un punto negro en la carretera, que ya lleva incontables percances; otros, a una mancha de gasoil; otros, a exceso de velocidad, etc. Fuera como fuere días después del accidente apareció la carretera con otra mancha de gasoil. Por supuesto, llamamos a la Guardia Civil y mi sorpresa fue que en menos de media hora teníamos a tres camionetas de mantenimiento de carreteras limpiando y señalizando la zona y, algún que otro vehículo de Tráfico. Insisto, a pesar de parecer duro y aprovechándome de las circunstancias quisiera señalar otros puntos negros de Oia. Para empezar, no sé a quién corresponde, pero carecemos de traída municipal,a pesar de tener el Miño a pocos quilómetros. El Centro de Salud, gracias a la actual Xunta, ha cambiado algo, pero necesitamos más. Nuestros jóvenes tienen que salir a ayuntamientos limítrofes a buscarse la vida. Nuestro singular monasterio

sigue sin rehabilitarse. Por no tener, no tenemos ni bandera,

ni siquiera un lugar donde sellar una triste "Primitiva".A ver si por fin le toca algo a este concello, que no sea una desgracia.

Continuo, la televisión, en cuanto caen cuatro gotas, no funciona, y la TVG cuando descodifica, nos pone noticias de

Ourense.A pesar de ser una costa rica en percebes, carecemos

de lonja donde subastarlos y mucho menos de cofradía.A pesar

de que nos están construyendo una macrodepuradora lindando

con nuestro municipio, seguimos vertiendo al mar nuestras

aguas fecales mal depuradas. Para colmo, en una de las zonas más impresionantes por su carácter paisajístico y medioambiental, As Orelludas, pretenden montarnos una piscifactoría. En el monte,como en casi toda Galiza, eólicos. No quiero seguir, pero hay mucho más y seguro que más importante. Como veis no son cosas difíciles de solucionar: una curva mal peraltada; un proyecto para una traída, que la Unión Europea no dudaría en subvencionar; unir nuestras pocas tuberías de saneamiento a las de nuestra vecina Baiona (que bien se aprovecha de nuestro percebe); un funcionario de loterías señalando en un mapa de la provincia dónde se puede sellar y observando que hay un desierto llamado Oia que aunque sólo con desgracias,existe. Con un poco de buena voluntad, y olvidándonos de nuestros intereses personales, señor alcalde, nuestro concello de Oia podría existir. Oia existe.