Ya no es ninguna noticia (ni nunca debió serlo), que desde el pasado viernes 17, Julián Muñoz, ex-alcalde de Marbella, ha pasado a gozar de un régimen penitenciario abierto denominado "tercer grado". Dicha concesión le ha sido otorgada por buen comportamiento (en la cárcel). Igualmente, al haber cumplido las tres cuartas partes de la pena por delitos urbanísticos y en función del "acuerdo" al que llegaron con la Fiscalía, tanto él como varios ediles condenados por los mismos actos delictivos contra la Ordenación del Territorio, cumplirán la parte de pena restante en régimen abierto. No resulta fácilmente comprensible que la liberación de este político y rociero, concitara a más de 50 profesionales de la comunicación entre periodistas, cámaras y fotógrafos, y menos aún, que al día siguiente, fuese noticia "de portada" en varios periódicos esencialmente andaluces. Curiosamente, tras agradecer el recibimiento y poner orden entra la concurrencia, el señor Muñoz se permitió la licencia de soltar la críptica frase de "hay mucho que contar". ¿A qué y a quién se refería?. ¿Qué más puede aportar este espabilado camarero famoso por su habilidad tirando cañas de cerveza? Está claro que los jueces no pagan por oír declaraciones pero don Julián y su famosa compañera saben que esta oportunidad no se puede desaprovechar y si de paso también puede morder algo Paquirrín, mejor que mejor. Todo queda en familia.Es vox populi que son varias las cadenas de TV y revistas del corazón que se están rifando sus declaraciones.... Esperemos que a esta subasta no concurra TVE y se lo disputen entre las restantes cadenas comerciales.Ya bastante sufrimos y pagamos todos los lunes por ver hacer el ridículo al señor Ortega Cano. La alcaldesa de Marbella, Angeles Muñoz,con muy buen criterio exige y con toda la razón, le sea devuelto al pueblo todo lo robado con la misma diligencia y celeridad utilizadas en la tramitación del tercer grado para el señor Muñoz. Conviene tener presente que a este personaje le cabe el dudoso honor de ser el ex-alcalde con más procedimientos abiertos en España. Si han tenido la paciencia de llegar hasta el final de la carta, les felicito. Personalmente creo que este ciudadano no merece ni el tiempo invertido en escribirla.