Si usted, lector de Faro de Vigo, un día ve un programa-concurso de televisión donde hay que llamar a un 905, por favor, no lo haga!

Puede encontrarse con esta sorpresa.

Usted hace una sola llamada que se la retienen durante 10 minutos aproximadamente y nunca sale en antena, pero cuando va a pagar la factura del teléfono se encuentra que ha efectuado más de 100 llamadas a ese número y que además las ha hecho en intervalos de 2, 3, 4 segundos máximo, cosa que es imposible porque no le da tiempo a hablar.

Pero lo peor de todo es que no tiene más remedio que pagar porque denuncie donde denuncie (Telefónica, Unión Consumo Xunta, Unión de Consumidores, Policía...) no conseguirá resolver nada porque Telefónica no se hace cargo del problema y le contestan que como no pague el recibo le cortan directamente la línea y, créanme, lo hacen.

Encima y para colmo de males aunque le solicite a Telefónica la restricción de los 905, le contestan que no se puede hacer porque existe un vacío legal al respecto, así que en cualquier momento le puede volver a pasar.

Yo sólo me pregunto una cosa y me gustaría que alguien con más poder pudiera contestarme.

En un país democrático como el nuestro ¿es posible que, siendo cliente de una compañía a la que paga puntualmente, pueda hacer caso omiso ante estos indicios de fraude?

¿Es posible que nadie pueda solucionar el "uso abusivo" de estos prefijos?

Mientras tanto, por favor, háganme caso y no llamen jamás.