Me refiero a las normas que se anuncian de inmediata aplicación y cumplimiento para las plazas de aparcamiento de vehículos en zona azul para este mes de julio. Está claro, toda ocupación pasadas las dos horas, hay que retirar el vehículo y llevarlo a distancia, fuera de la inicial zona, si tiene suerte de encontrar nuevo aparcamiento. Medida loable para algunos que durante el día no tienen posibilidad de aparcar delante de su casa o actividad.

No dudo que se habrá tenido en cuenta a aquellas personas -que conozco- que durante el día van a atender enfermos, por horas, consultas médicas, gestiones de espera con su problema para encontrar dónde aparcar. Alguien puede decirme que para eso hay taxis y buenos servicios de autobuses ya lo creo, y según zonas, aparcamientos públicos, los que pueden resolver muchos casos, pero... ¿y esa mayoría que viene de todos nuestros alrededores, a veces haciendo más de una gestión, midiendo su poder económico, que de momento no está para fiestas? ¡Por favor!... ¿Qué será de aquella pequeña empresa con 4, 6 ó 8 empleados? Cada dos horas, después de encontrar plaza y cumplir con las normas, van a retirar sus vehículos, dejan los puestos sin atender y vuelven cuando pueden, (si alguno no trata de justificar lo que quiera, para perderse media hora más) ¿Esa pérdida de tiempo y todos a la vez qué? Entiendo que no es fácil y no entiendo de nada, sólo que antes de tal aplicación debieran estar más y más al alcance de la mayoría, los aparcamientos públicos de que se habla y muy especialmente asequible para la economía de muchos.

Aparcamientos: Los ignoramos, decimos muchas tonterías, igual que los borrachos... Paso a diario por esa grandiosa obra (lo de grandiosa es por que antes pasaron años sin hacer nada en ella, sólo pleitos, ahora ya perdí la cuenta de los meses, donde veo hacer, deshacer, modificar y muchos, muchos camiones de tierra y diverso material, encima de esa parcela frente a nuestro Ayuntamiento.

Yo como el borracho digo: Qué lastima, para un aparcamiento, encima ajardinado para uso público y a la vez aprovechar de hacer buena rotonda, donde la pide a gritos.

¡No me hagan caso!