Hartos que no poder llamar a las cosas por su nombre, los gallegos inventamos la palabra "morriña" para definir la nostalgia.

Después de años emigrado, al Ulises gallego nadie le espera. La "volvoretiña" -mariposa- que volaba sobre el "berce" -cuna- de los niños gallegos de antaño. Y traía las cartas del padre ausente en la emigración sigue existiendo, pero el retorno de los emigrantes gallegos a la "terriña" es cada día más difícil, las circunstancias sociales y políticas no lo permiten.

¿Cómo viven en la emigración los gallegos de hoy?... Hay de todo, conocí a un marinero que había sido devuelto al barco por la misma ola que lo arrastró fuera de la cubierta mientras faenaba en el Gran Sol. Y a otro que llevaba en la solapa una insignia de oro con seis estrellas. No de la Unión Europea, cada estrella significaba cinco años de trabajo en una empresa extranjera. También a un gallego empresario que exportaba sus productos manufacturados a todo el mundo. Y que un día me dijo: "¡Cómo me gustaría trasladar mi empresa a Galicia!, pero no estoy seguro de que me lo permitan". ¿Quiénes... "Los Caciques" de siempre, porque haberlos los hay. Ahora se esconden tras la política y hacen leyes a su medida sobre el ordenamiento del territorio y el control del suelo. Y hasta hablan gallego para confundir a la parroquia... Cuando antaño se reían de los aldeanos por hablar su lengua..." Mientras Galicia "Chora" -llora- Ulises recuerda...