La tradición libró ayer una dura batalla en A Estrada. Las tropas de los Xenerais da Ulla avanzaron desde la parroquia de Santa Cristina de Vea hacia el casco urbano. Tenían como cometido mantener a salvo el espíritu carnavalesco de estas tierras y permitir que los vecinos del casco urbano gozasen de él como cada Martes de Carnaval. Los ejércitos salieron victoriosos de un difícil duelo contra la adversidad meteorológica, un complicado rival que animaba a quedarse en el sofá. Sin embargo, la estratégica decisión de que el "alto" de los Xenerais se celebrase bajo techo terminó brindando la victoria.

Hasta los pabellones de la Fundación de Exposicións e Congresos se trasladaron numerosos ciudadanos, deseosos de continuar con la fiesta del Carnaval y de poner al mal tiempo la mejor cara. Junto a los Xenerais desfilaron por este recinto el Padre Xiao y las comparsas de Santa Cristina de Vea y Santeles, junto a la ANPA del colegio Pérez Viondi

El duelo dialéctico que libraron los vistosos Correos y Xenerais sirvió para hacer afilado repaso a la actualidad, tanto de la propia parroquia como del municipio. Y en el marco de este inventario no faltó la obra de ampliación de la alameda municipal y la polémica suscitada por cuestiones como el picado de la piedra de la Praza da Constitución. Quero empezar preguntando/ por un asunto concreto/ se para a obra da alameda/ realmente hai un proxecto, lanzó uno de los contrincantes. Continuó: Espero que o teñades claro/ para que o fagades ben feito/ levantastes a pedra toda/ esa non ten ningún xeito. Desde las filas contrarias no tardó la respuesta: Vós nunca fixestes nada/ e nós sacamos cousas adiante/ iso non o levades ben/ iso jódevos bastante, a la que llegó la réplica: Iso non é verdade/ a nós o que nos parece mal/ e que invirtades todo no pueblo/ e non miredes polo rural.

A pesar de que la celebración del Martes de Carnaval no pudo desplegar todo el colorido de la tradición, el cambio de ubicación permitió preservar el tradicional "atranque". Para el Martes de Entroido se pensó en conjugar el tradicional atranque de los Xenerais de Santa Cristina de Vea con los coros, las comparsas y los conjuntos de disfraces organizados por las parroquias de Arnois, Callobre, Figueiroa, Guimarei, Riobó, Santa Cristina de Vea y Santeles; las Asociaciones de Nais e Pais de alumnos de centros educativos locales (Figueiroa, Lourdes, O Foxo, Pérez Viondi y Vea) así como el Eureka Park. Después de los cambios a los que obligó la lluvia, los organizadores apostaron por que las parroquias y demás agrupaciones desfilen por la villa el sábado 16 de marzo, ofreciendo así a los estradenses una versión extendida del Carnaval.

La de ayer no fue la primera vez que la celebración más tradicional de estas fiestas tuvo que realizarse bajo techo, en el recinto ferial. Ya el año pasado la lluvia aconsejó trasladar los festejos a este recinto.

La siguiente escala del Caranaval estradense llegará este sábado y con muchas novedades. De la mano de la asociación de hosteleros del municipio, la capital estradense acogerá por vez primera el Enterro do Salmón, una versión con acento local del entierro de la sardina, que durante años se celebraba en la villa.