"Se chove, deixa chovere/ se orballa deixa orballare/ Por máis que chova e vente/ de ti non me hei de apartare". Es la letra de la canción popular gallega que más cantaron los antroideiros ayer en las calles de O Hío. Desde primera hora de la mañana ya desafiaban en Vilariño a las inclemencias del tiempo con ese mismo estribillo, dejando entrever que no se iban a arrugar pese al temporal de lluvia, viento e incluso algún rayo. Unas 1.500 personas participaron al final en los desfiles de los distintos barrios. Recorrieron Liméns y Nerga por la mañana.

Poco después del mediodía, con la comitiva, botella en mano, dispersa entre Cruz de Castro y el vial de acceso a Nerga -prohibido al tráfico rodado desde el cruce y vigilado por la Guardia Civil-, la lluvia se incorporó a la fiesta para bendecirla, no para aguarla, pues la mayoría de los participantes continuaron la troula, algunos echaron mano de chubasqueros y paraguas para mantener los disfraces enjutos y, los menos, optaron por levantar el vuelo a la espera de que la meteorología diera una tregua que ya no se produjo en toda la tarde.

La borrasca se alió con el sector del taxi, que multiplicó los viajes a las parroquias para llevar o traer a devotos del Entroido disfraces con variados y coloristas atuendos. Futbolistas de asfalto, trogloditas, figuras de la baraja, cheerleaders, superhéroes y heroínas, teletubies y mucha funda de trabajo, de la que echaron mano los devotos de última hora, como Óscar y Miriam, que aplazaron un viaje a la Meseta para unirse a la fiesta: "Como no era urgente, decidimos marchar mañana y venir hoy a pasarlo bien", explican entre mordisco de empanada industrial y trago de calimocho "con vino de casa", cuyos efectos esperan combatir "caminando mucho y disfrutando sin parar".

Pasadas las 17.00 horas llegaron a Donón, en donde tomaron la aldea bailando también por barrios al ritmo de las gaitas. Los desfiles del martes concluyeron sin incidentes destacados. Únicamente hubo que lamentar este año dos personas atendidas por los servicios de emergencias, el lunes por la tarde. Una persona fue atendida por una posible fractura en un brazo en Areabrava y en Pinténs un menor de edad también fue atendido debido a la gran ingesta de alcohol.

Para despedir el entroido tradicional de O Hío por este año, los bajos habilitados como lugar de fiesta en cada barrio prolongaron la música de gaitas hasta bien entrada la madrugada.

Charangas

En Aldán, por su parte, decenas de personas desfilaron desde primera hora de la mañana por los barrios de Espiñeira, San Cibrán y Herbello, para culminar con una gran laconada en la carpa.

Por la tarde, la comparsa "A Cojonuda" no pudo salir finalmente por la lluvia. Sin embargo, se habían congregado en la carpa cientos de vecinos disfrazados dispuestos a no dejar escapar como si nada el martes de carnaval. La solución estuvo clara y los gaiteiros subieron al palco mientras el resto de vecinos disfrutaba bailando y degustando vino de casa.

La fiesta se prolongó bajo la carpa de Aldán hasta la madrugada pues, desde las 20.00 horas, se sucedieron los músicos de las comparsas "Amigos a colores" e "Imperiais".

Pese a que hoy es miércoles de ceniza, el "Carnavaldán 2019" todavía tiene mucha cuerda por delante. El viernes actuarán las murgas en el XIII Festival a partir de las 22.00 horas, seguidas del "Velatorio do Mexilón".

El sábado será el broche de oro con la XXXIV Edición do Enterro do Mexilón, que partirá del cruce de Os Carballiños a las 16.00 horas. Se espera que una multitud despida por todo lo alto el carnaval de esta parroquia.