Tocados y encajes en el caso de ellas e impecables trajes y sombreros en el de ellos recibieron ayer a Ravachol a su llegada a la recreación de la botica de Perfecto Feijoo. En la plaza de A Peregrina lo esperaban decenas de pontevedreses, a la cabeza la concejala de Festas, Carmen da Silva, pero también el alcalde entre el público o los músicos de Foula y Comando Foucellas, que acompañaron al loro en su desembarco.
María Simal, de la Sociedade Recreativa de Xeve, entidad que desde hace 12 años confecciona el loro, fue la encargada de presentar al emblema del Carnaval e indicó que Ravachol "viene a mostrar su cara más reivindicativa, viene a sumarse a este próximo 8 de marzo para lograr un objetivo prioritario en la lucha por una sociedad mejor, viene a gritar contra la lacra de la violencia de género".
En nombre del plumífero emblema del Carnaval capitalino, María Simal señaló que Ravachol se propone "reclamar el derecho a decidir de todas las mujeres" y viene a pelear "por la igualdad y la sostenibilidad económica, por la conciliación laboral y la desaparición definitiva de las fronteras sociales entre hombres y mujeres".
Así, los integrantes de la Recreativa de Xeve vistieron al loro ante el público con una camiseta violeta y un gran lazo de ese color que simboliza la lucha feminista por la igualdad.
La indumentaria se completa con el lema "Contra o machismo, lume" y el cartel que el dibujante y colaborador de FARO Luis Davila realizó para la campaña municipal del 8 de Marzo, un dibujo protagonizado por uno de sus personajes más queridos, Dora "A desbrozadora".
Con esta compañía y luciendo su camiseta y su lazo, Ravachol presidirá en adelante los principales actos del Carnaval de la ciudad del Lérez.
Lo hará hasta el próximo sábado, cuando está previsto su velatorio, desfile fúnebre e incineración. "Da pena quemarlo después de tanto trabajo", reconoce Florencio Chantrero, presidente de la Recreativa de Xeve, uno de los 8 vecinos de la parroquia que han trabajado durante el último mes y medio para elaborar el loro.
Éste mide 2,40 metros de altura, pesa 350 kilos y ha sido confeccionado con dos tipos de plumas, las procedentes de boas "y que son innumerables" y las individuales, más de 300 que redondean la figura del irreverente plumífero. Su armazón es de madera y metal, el cuerpo de rejilla y el relleno de viruta.
Fue un 27 de enero de 1913, lunes de Carnaval, cuando los pontevedreses supieron de la muerte de su querido loro Ravachol. Fue un acontecimiento, recordó María Simal, "que provocó en toda la ciudad un fuerte luto y la más grande de las penas". Vecinos de todas las edades "participaron en unas honras fúnebres multitudinarias y dejaron para la historia un cariñoso recuerdo que aún hoy perdura".
Acompañaron a María Simal otros amigos de Ravachol ataviados con vistosos trajes a la moda de principios del siglo XX, una ambientación a la que también contribuirá en próximos días el Aula Municipal de Teatro.
Ravachol, añadió la encargada de presentar al emblema del Carnaval, se resistió a desaparecer de la vida social y ayudado por algunos amigos regresa cada año por Carnaval para recorrer su ciudad. "Llega siempre a Pontevedra manteniendo su estilo, llega a nuestras vidas pícaro, burlón e irreverente, llega alegre pero crítico. Llega, sobre todo, por encontrarse nuevo entre las gentes que tanto amó".
Así, y siguiendo el espíritu de ese contestón que hereda su nombre del anarquista francés François Ravachol, uno de los líderes de la revuelta de 1892, María Simal invitó a los asistentes (entre ellos numerosas familias con niños) a "gozar en este Entroido y a olvidar las penas, el hambre del cuerpo y de las ánimas para llenar nuestra ciudad de alegría, fiesta y diversión".
