El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha matizado este viernes su dudas sobre el movimiento juvenil contra el cambio climático, asegurando que las manifestaciones tienen todo su apoyo, a la vez que ha hecho hincapié en el coste de las políticas climáticas. "Los movimientos juveniles para combatir el cambio climático tiene todo mi apoyo e inspiran a políticos y sociedades. Es uno de los mayores desafíos geopolíticos que tenemos y no podemos permitirnos el coste de la inacción", ha asegurado el jefe de la diplomacia europea en un mensaje en su red social, matizando el cuestionamiento que hizo de las protestas juveniles este miércoles en un acto en el Parlamento Europeo.

Con todo, Borrell insiste en que para afrontar la cuestión climática de forma exitosa, se debe abordar el "coste social y económico" de la transición energética con el Mecanismo de Transición Justa.

La polémica se originó con unas declaraciones de Borrell en una charla distendida junto al eurodiputado José Manuel García Margallo en las que dudó del compromiso de los jóvenes en la lucha contra el cambio climático, alegando que existe el "síndrome Greta. "Está bien salir a manifestarse hasta que te piden contribuir a pagarlo", insistió.

El dirigente comunitario avisó de que las políticas contra el cambio climático tienen unos costes que repercutirán en un endeudamiento para las próximas generaciones y estableció una disyuntiva entre las políticas medioambientales y el déficit económico. "Me gustaría saber si los jóvenes que salen a manifestarse en Berlín son conscientes de lo que valen esas medidas y si están dispuestos a rebajar su nivel de vida para ayudar a los mineros polacos", aseguró.

Críticas

Las palabras de Borrell han suscitado críticas en el ambiente comunitario, empezando por la Comisión que este mismo viernes se ha desmarcado de las declaraciones de uno de sus vicepresidentes. "Creo que el 'síndrome Greta' no ha sido definido todavía como una patología. No creemos que exista", ha afirmado este viernes el portavoz principal del Ejecutivo de Bruselas.

De esta manera Bruselas ha cerrado filas en este asunto, dejando clara su posición "cristalina" de apoyo a las reinvidicaciones climáticas de los colectivos juveniles y su intención de que "se conviertan en una realidad, sin dejar a nadie atrás".

De su lado, el copresidente de Los Verdes en el Parlamento, Phillipe Lamberts, ha cargado duramente contra Borrell tachando sus comentarios de "indignos para un representante de la UE" y afeando su actitud "paternalista" hacia el movimiento juvenil. "Además parece que enfrenta a los europeos entre ellos. La UE debe ser solidaria a la hora de afrontar la urgencia climática", ha criticado el eurodiputado belga en un mensaje en Twitter. Su grupo ha asegurado que le pedirá explicaciones en la sesión parlamentaria de la próxima semana que se celebra en Estrasburgo (Francia).

En España ha sido la propia vicepresidenta del Gobierno y encargada de la cartera de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien ha salido en defensa de los jóvenes que se manifiestan para exigir medidas medioambientales. "Los jóvenes son crecientemente conscientes del elevadísimo coste que tiene no actuar contra el cambio climático; agradezco y respeto profundamente que se manifiesten; y a todos nos toca hacer más, mejor y más rápido para afrontar la emergencia climática", ha señalado, en respuesta a Borrell.