Jorge Escalona es un polémico youtuber que se dedica a públicar en su perfil, que cuenta con más de 30.000 seguidores, vídeos en los que se cuela en lugar e intentar conseguir cosas gratis. Después de sus encontronazos en ciudades como Madrid o Sevilla, llegó a Vigo y a A Coruña, dónde su visita también generó un gran revuelo.

En un vídeo colgado en su canal de Youtube, el influencer muestra cómo se cuela en Balaídos, donde se están llevando a cabo las obras. A lo largo de la pieza se ve como son los propios trabajadores los que le exigen que salga de las instalaciones. Tras varios intentos de volver a entrar al campo, el youtuber consigue entrar de nuevo fingiendo que era uno de los responsables de la reforma del campo.

Pero Balaídos no fue el único lugar en el que ha entrado. Este miércoles también entró en el estadio de Riazor, en un nuevo intento de demostrar que puede colarse en todos los estadios de fútbol de España.

Su visita por Galicia no sólo quedó ahí. Como el mismo ha mostrado en un directo, el youtuber recorrió, durante 2 horas, la calle de Príncipe de Vigo, dónde trató de entrar en varias tiendas y recibir regalos.

Después de intentar entrar en varios establecimientos, Escalona se acercó a 'A Tapa do Barril', uno de los establecimientos más conocidos de la Puerta del Sol, con el objetivo de probar gratis sus famosas empanadillas. Sin dejar de grabar, pidió la última que quedaba en el local y advirtió a la empleada de que él solo come "cosas gratis".

En el vídeo que el mismo ha compartido se ve como el youtuber amenazó con que sus seguidores "dejarán malas reseñas" y que "os va a llegar una factura de mi empresa por 2.500 euros por la promoción que os he hecho", cuando la empleada del local le pidió que abonara lo que había comido.

Un mal trago tanto para la empleada como para el local, que ha querido lanzar un comunicado en el que se pronuncian sobre lo ocurrido. "Es una tristeza trabajar duro cincuenta años para que luego venga un youtuber y te llene el muro de malas reseñas en dos minutos", lamenta.

"Cobrar por nuestro trabajo y no pasar por el aro de esta persona, ha supuesto decenas de puntuaciones negativas en nuestro perfil de Google (personas que nunca han comido ni una de nuestras empanadillas) y llamadas a nuestro negocio insultando a nuestro equipo" explican.

Pero a pesar del mal rato que han pasado, no han querido perder la ocasión de agradecer a sus seguidores la fidelidad durante todo este tiempo. "Desde aquí, queremos dar las gracias a todos los mensajes de cariño que estamos recibiendo y también, alertar del uso que ciertas personas están extendiendo a través de las redes sociales: mensajes y discursos desde el odio y la violencia, desde la falta de respeto y el “todo vale” por el click.⁣"