Hay cereales que ayudan a adelgazar, tal y como explicamos en Faro de Vigo cuando desgranamos cómo reconocer, consumir y distinguir los cereales de grano entero. Mercadona, consciente de los beneficios nutricionales de los hidratos de carbono y de su versatilidad apuesta por ofrecer alimentos que cumplen con los estándares anunciados, es decir, los integrales.

El último artículo con el que la cadena de Juan Roig fideliza a los clientes que siguen una dieta healthy son panecillos naturales y 100% integrales hechos en los hornos de sus supermercados.

Los beneficios de este tipo de pan frente al pan elaborado con harinas refinadas son múltiples. A diferencia del pan blanco, este tipo de pan respeta la composición nutricional del cereal, por lo que aportará a quien lo consuma los carbohidratos del endospermo (o grano), la fibra presente en el salvado y las vitaminas y minerales que contiene el germen.

Los panecillos integrales de Mercadona Mercadona

"La diferencia que existe entre los cereales integrales y los refinados es que los primeros mantienen una serie de constituyentes, sobre todo fibra y minerales, que los otros pierden al ser tratados. La fibra consigue reducir la absorción de colesterol y glucosa a nivel intestinal", explica el doctor Manuel Botana, presidente de la Sociedad Gallega de Endocrinología, que aclara: "Esto no quiere decir que los cereales refinados sean dañinos para la salud. El proceso de refinado se creó con la finalidad de conservar el cereal durante largos periodos cuanto todavía no existían los medios modernos".

Su contenido en fibra, así como la presencia de otros compuestos como la vitamina E ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares y reducir los niveles de colesterol.

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Incluir cereales integrales en nuestra dieta diaria puede ayudarnos a vivir más años y a estar a salvo de enfermedades cardiovasculares. Se trata de la principal conclusión del estudio realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard, situada en Estados Unidos, según ha publicado la revista especializada JAMA Internal Medicine.

El estudio asocia una dieta regular rica en cereales integrales (trigo, avena, cebada, centeno y arroz, entre otros) con la disminución del riesgo de mortalidad total y cardiovascular. En concreto, la investigación señala que por cada 28 gramos de cereales integrales (como los incluidos en el pan integral y algunas galletas) ingeridos se reduce un 5% el riesgo de muerte prematura y un 9% el riesgo de muerte por causa cardíaca. "Así, cuantos más cereales integrales consumamos más estaremos disminuyendo el riesgo de mortalidad cardiovascular", indica la doctora María Elisa Calle, coordinadora del Comité Científico del Programa Alimentación y Salud de la Fundación Española del Corazón (FEC).