Recorrer 230 metros pisando sobre una cinta tensa conocida como 'slackline' de apenas unos centímetros de grosor y hacerlo a 73 metros de altura. Es el nuevo récord mundial que ha establecido el funambulista Jens Decke y lo ha conseguido además cruzando de lado a lado el estadio Max-Morlock de Núremberg, en Alemania.

Para completar la hazaña, la cinta se ha instalado entre dos postes en los extremos del recinto, que se ha elegido por ser más ancho de lo normal ya que tiene una pista de atletismo en su interior.

Tras superar el reto, Decke ha explicado que la principal dificultad al recorrer una distancia tan larga a tanta altura es mantener la concentración. Los nervios en el estómago pueden jugar una mala pasada. En este caso, la seguridad es un elemento más de la prueba. Todo está calculado al milímetro. Hay cuerdas y mosquetones para que nadie sufra ningún daño.

Desde hace varios años diversos equipos de 'slackliners' se retan colgando cables de diferentes ubicaciones alrededor del mundo para ver quien logra la proeza mayor. Por el momento, él es ahora el que ostenta el nuevo récord.