Las navidades son fechas en las que el trabajo en algunos sectores se multiplica. La hostelería, los comercios y los servicios de mensajería aumentan su actividad para satisfacer la demanda de los consumidores. La campaña de Navidad es especialmente significativa en las empresas de envíos. El auge de las compras por internet satura los centros de logística y copa las jornadas laborales de los mensajeros. Solo en Pontevedra, el servicio de Correos gestiona unos 60.000 paquetes.

Esta tendencia tampoco es ajena a los envíos al otro lado del charco, donde los repartidores también trabajan a destajo para hacer que todas la compras y regalos lleguen a tiempo por Navidad. Una vecina de Middletown, en el estado norteamericano de Delaware, quiso tener un gesto muy humano con las personas encargadas de traerle los envíos a su casa. Kathy Ouma dejó una cesta llena de bebidas, golosinas y aperitivos en la entrada de su casa para los mensajeros junto a la siguiente nota: "Por favor, llévense estas golosinas para disfrutar durante su trabajo. Gracias por hacer que nuestras compras navideñas sean más sencillas". Este simple detalle emocionó a uno de los repartidores, cuyo entusiasmo quedó reflejado en la grabación de la cámara instalada en el porche de la vivienda. Tal fue su alegría de Karin Reed III, repartidor de Amazon, que volvió a su furgoneta bailando de felicidad.

El vídeo se ha vuelto viral durante estos últimos días, así como el mensaje de agradecimiento del mensajero: "Señorita Kathy Ouma, me alegro de haber podido hacerla sonreír ese día. Me había olvidado mi almuerzo y no me estaba sintiendo bien hasta que llegué a su casa y vi los aperitivos. Que Dios la bendiga por su amabilidad”.