Cuando Heather le dio el "sí, quiero" a su prometido, David, sabía dos cosas: que estaba cumpliendo un sueño y que el matrimonio no podría durar mucho. Esta estadounidense padecía un cáncer de mama diagnosticado como irreversible.

El enlace, que tuvo lugar el 22 de diciembre en la capilla del hospital Saint Francis de Hatford (Connecticut) duró solo 18 horas, las que tardó Heather en extinguirse, después de un año de lucha contra la enfermedad. En verdad, la boda estaba prevista para el día 30, pero ante el avance del cáncer los médicos sugirieron adelantarla. Acertaron por menos de un día.

Pero como si estuviese sacado de un guion de Hollywood, esta agridulce historia de amor no se agota en el fatal desenlace. Y es que David Mosher le propuso matrimonio justo el día en el que, hace un año, le informaron de que tenía cáncer de mama. “Me dije a mí mismo: ella necesita saber que no va a ir por este camino sola. Alquilé un carruaje y un par de caballos para toda la noche. Vinimos en el carruaje y se lo propuse a la luz de la calle”, declaró a un medio local.

Su marido cree que Heather le ganó la partida al cáncer: “Lo venció porque vivió más tiempo del que nadie pensó que conseguiría vivir y lo venció porque logró que cumpliéramos nuestro sueño de casarnos. Es la persona más fuerte que he conocido”.