Una cuenta de Twitter denunció la semana pasada el uso de cámaras ocultas en un apartamento que había alquilado en Airbnb. La compañía anunció que el anfitrión era suspendido permanentemente y que el dinero sería reintegrado al huésped.

Lejos de ser un caso aislado, el Florida se detectó un caso en octubre que supuso el arresto del anfitrion. El hombre llevaba diez años espiando a sus huéspedes, escondiendo la cámara en varios detectores de humo.

Desde Airbnb mostraron su malestar por la situación y prohibieron el uso de la plataforma a este usuario. "Tomamos la privacidad como un asunto muy serio y tenemos tolerancia cero ante este comportamiento", señalaron en un comunicado.