Sorpresa mayúscula la que ha provocado en un pesquero un enorme lobo marino. Los marineros siguen con mucha atención la maniobra de izado del aparejo. Es en este momento cuando comprueban cuánto pescado han capturado porque de ello dependerá su regreso a puerto. Así hacían los tripulantes que salen en estas imágenes cuando al poco de abrir el copo, camuflado entre cientos de peces, apareció un inesperado ejemplar de mucho mayor tamaño.

Los tripulantes rieron a carcajadas por la aparición del espontáneo al comprobar que era el verdadero origen del elevado peso de la red. Se supone que el intrépido lobo marino acabó dentro de la copada por su irrefrenable glotonería. De todos modos tampoco pareció importarle su abrupta excursión a la superficie. Como pavoneándose de su hazaña, antes de lanzarse al agua quiso posar durante varios minutos ante los pescadores para que pudieran grabar con sus móviles la simpática escena.