Afrontamos otras Navidades atípicas. Incertidumbres sobre si cenar con la familia o no. Si fiarlo todo a las PCR y los antígenos, de los que las farmacias están desabastecidas.

En cualquier caso, en la mayoría de los hogares comienzan a hacer acopio de comida de cara a los días más señalados de estas fiestas navideñas. Sin embargo, el deseo de celebrar puede llevar a comprar muchos más alimentos de los que realmente se consumen, generando así un gran desperdicio de comida.

Te puede interesar: Guía para evitar intoxicaciones ‘sorpresa’ en las comidas navideñas

Además, si revisáramos los carritos de la compra veríamos que abundan en ellos productos poco saludables con grandes cantidades de azúcar y grasas que, aunque de manera puntual pueden consumirse, pueden empeorar la salud si se ingieren de manera excesiva.

«Aunque la Navidad es una época para disfrutar de la comida y de las reuniones familiares y de amigos, es preciso intentar mantener cierto equilibrio en los hábitos alimenticios también en estas fechas. Hay que encontrar el punto medio entre el disfrute y la salud», explica Silvana Lezzi, nutricionista de BluaU Sanitas.

Evitar el picoteo antes de la comida y optar por las verduras

En este sentido, los expertos recomiendan limitar los excesos a los días señalados y tratar de continuar con la alimentación saludable, basada en el consumo de alimentos frescos, verduras, legumbres, frutas, cereales de grano completo, pescados blancos y carnes magras. Y tratar de evitar el consumo de productos ricos en azúcar, en sal y, por supuesto, huir de fritos y precocinados.

Es muy típico en este tipo de reuniones el ir tomando algo de picoteo mientras esperamos a que la comida esté preparada o que llegue el resto de invitados. Pues bien, los expertos recomiendan comenzar a comer una vez sentado.

En cuanto al menú, lo mejor es elegir un primer plato a base de verduras y hortalizas, siempre que sea posible. Y si son platos para compartir, servir en un plato una pequeña porción de cada elaboración.

No comprar de más

Además, la sobrealimentación lleva aparejada la compra de una gran cantidad de productos alimenticios que, en muchas ocasiones, ni siquiera llegan a consumirse.

Solo hay que fijarse en los datos de la Comisión Europea, que calcula que aproximadamente cada año se desaprovechan en todo el mundo más de 1.300 millones de toneladas de alimentos, lo que equivale a un tercio de la producción mundial.

Evitarlo depende, en gran medida, de tomar decisiones más conscientes y responsables que no solo velen por la salud de las personas, sino también por la del planeta.

Consejos para ir a la compra en Navidad

Todos estos datos han llevado a los expertos en nutrición de Sanitas a facilitar una serie de consejos para disfrutar de una Navidad más saludable y sostenible:

Además, con el objetivo de reducir los envases de plástico, una buena opción es comprar a granel o utilizar bolsas y envases de tela o silicona a la hora de ir al supermercado.

El Instituto Nacional de Estadística calcula que cada español genera de media unos 4 millones de residuos anualmente, de los cuales, el 30% se produce durante las semanas festivas por ese motivo intentar reducir al máximo su uso y, de hacerlo, proceder a su correcto reciclaje en el contenedor amarillo, ayudará a minimizar la contaminación.

Por esta razón, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) aconseja mantener las recomendaciones de salud pública sobre el consumo moderado de carne, que se limita a no más de dos veces por semana.

Además, se trata de un gesto que ayuda a disminuir la huella de carbono, pues según indica la ONU, el sistema de alimentación genera entre el 25% y el 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero y la ganadería está entre los sectores que más contribuyen, según el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de Naciones Unidas.

De esta manera, será posible elaborar menús equilibrados y, por lo tanto, llevar a cabo una alimentación nutritiva y saludable.

«Sin embargo, una buena opción es sustituir ese tipo de postres por otros más saludables, como repostería casera o, mejor todavía, fruta o yogur natural», afirma la nutricionista de BluaU de Sanitas.

Así, aunque la Navidad es una época para disfrutar, es importante seguir cuidando de la salud y el planeta evitando los excesos, seleccionando productos saludables, reciclando y sacando el máximo provecho a todos los productos.