La apnea obstructiva del sueño se define como la ausencia de respiración durante al menos 10 segundos de forma repetida durante el sueño por la obstrucción de la vía aérea superior.

Esta enfermedad, que afecta a unos dos millones de personas en España, representa un problema que va más allá de las simples molestias que provocan los ronquidos nocturnos.

Y es que la apnea puede ser potencialmente mortal al incrementar el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular o un ataque al corazón, entre otros. Afortunadamente, existen diferentes alternativas para tratar este problema.

Entre ellas, las conocidas y más utilizadas CPAP, que no son más que unas máquinas que, a través de una máscara, insufla aire a presión para prevenir el colapso de las vías aéreas durante el sueño.

Sin embargo, tiene un grave problema, y es que a muchos pacientes les cuesta acostumbrarse a este sistema y dormir con él toda la noche. Hasta el punto de que por cada 100 CPAPS distribuidas, solo el 40% de los pacientes continúa utilizándolas de manera constante a lo largo de los años.

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Con el fin de presentar una alternativa al uso de estas máquinas en pacientes con apneas leves y moderadas, el jefe asociado del servicio de cirugía oral, maxilofacial e implantología del Hospital La Luz de Madrid, doctor Néstor Montesdeoca, ha desarrollado un nuevo dispositivo de avance mandibular. Un aparato capaz de obtener resultados similares al CPAP, pero con una adherencia y satisfacción del paciente mucho mayor.

Este proyecto, creado de manera conjunta con ingenieros del departamento de ingeniería mecánica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), comenzó su desarrollo hace unos tres años. Y desde el año 2020 está listo para comercializarse.

¿En qué consiste?

Este dispositivo, adelanta la mandíbula para corregir así el problema de la apnea del sueño. El doctor Néstor Montesdeoca explica que este aparato se compone de dos férulas. Una para el maxilar superior y otra para la mandíbula, conectadas por un mecanismo que avanza la mandíbula de manera progresiva.

El objetivo de este invento es adelantar la mandíbula para liberar el espacio retrofaríngeo e impedir que la lengua caiga hacia atrás y lo obstruya al dormir. «La lengua está anclada a la mandíbula, si tú avanzas la mandíbula evitas que la lengua colapse la vía aérea», indica el cirujano del Hospital La Luz.

La mandíbula se adelanta de manera progresiva hasta que el paciente experimenta una mejoría en su sueño nocturno. «O bien le hagas un estudio del sueño y compruebes que realmente el paciente ha disminuido sus episodios de apnea», explica Montesdeoca.

El dispositivo de avance mandibular funciona de igual forma que el CPAP, es decir, hay que llevarlo puesto siempre durante la noche. El doctor Néstor Montesdeoca indica que este sistema se ha fabricado con una serie de medidas preestablecidas. De esta manera, «se disminuyen los costes del dispositivo porque no tienes que pasar por un laboratorio dental y pones esta tecnología en manos de otros profesionales con pacientes con apneas del sueño», detalla el cirujano.

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No obstante, aclara el experto que «en ningún momento debe ser hecho por el propio paciente, siempre necesita supervisión médica«. Porque, como señala el doctor Montesdeoca, “cuando se usan estos aparatos durante mucho tiempo los dientes tienden a irse un poco hacia delante. Esto hay que controlarlo con una serie de ejercicios por la mañana y con unas férulas de reposicionamiento”.

Su uso está aprobado para apneas leves y moderadas, pero puede llegar a ser útil incluso en los casos más severos. Según informa Néstor Montesdeoca, «aunque no seas capaz de curar el problema en un paciente con apnea grave, sí se ha demostrado que reduces su severidad y las complicaciones asociadas».

En cambio, no es válido en caso de falta de dientes, enfermedad periodontal o problemas en la articulación temporomandibular. Entre sus principales ventajas destaca una mayor adherencia y satisfacción frente al CPAP.

Por último, este dispositivo de serie también se utiliza para comprobar si el paciente es candidato o no a un modelo de laboratorio, que cuenta con medidas personalizadas.

Recordar que la apnea y el ronquido no son lo mismo, aunque es muy habitual que quienes padecen la primera, ronquen habitualmente.

Pero el ronquido no es más que el ruido que se produce por la vibración del velo del paladar y la campanilla durante la respiración. Y ese hecho no representa un riesgo para la salud, aunque sí puede ocasionar problemas personales y de relación social o de pareja.

El ronquido tiene una alta incidencia, aumentando la frecuencia con los años. Se calcula que a partir de los 60 años ronca el 60% de los varones y el 40% de las mujeres, siendo tres veces más frecuente en obesos.

Sin embargo, el Síndrome por Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS) en la población general se da en el 24% de hombres y el 9% de mujeres, si bien sólo entre un 5 y un 9% de estos pacientes son diagnosticados y tratados.