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Entrevista | Catarina de Azcárate Actriz

«Mari Gaila representa la metáfora de la libertad»

La actriz Catarina de Azcárate recogerá esta tarde en Vilanova la IV edición del Premio Mari Gaila, un certamen organizado por la Asociación de Amigos de Valle-Inclán con el que se quiere reconocer su trabajo en obras como Ligazón o La Rosa de Papel que puso en escena con Teatro Tribueñe

Catarina de Azcárate recibe hoy el IV Premio Mari Gaila, de la Asociación de Amigos de Valle.

Catarina de Azcárate recibe hoy el IV Premio Mari Gaila, de la Asociación de Amigos de Valle. / FDV

A. G.

Vilanova

La actriz Catarina de Azcárate se convertirá este viernes, a las 20.00 horas, en la cuarta persona en recibir el premio Mari Gaila de la Asociación de Amigos de Valle-Inclán, un premio que compartirá con nombres como Nuria Espert, Rafael Álvarez «El Brujo» o Miguel Rellán.

El colectivo la eligió por su gran representación de dos personajes femeninos creados por Valle: el de «La mozuela» de Ligazón y el de la encamada Floriana de La Rosa de Papel, personajes que también representó en Vilanova el pasado año en el marco del Festivalle. Lo hizo siendo una de las actrices de Teatro Tribueñe y bajo la tutela de la directora Irina Kouberskaya.

Ella conquistó el corazón de los vilanoveses con sus escenificaciones, pero el suyo quedó prendado de la belleza que desprenden los paisajes de la ría de Arousa y que Valle plasmó en varias de sus obras.

—¿Cómo y cuándo descubrió usted a Valle-Inclán?

Lo descubrí en el teatro, gracias a los montajes que realizamos y a la profundización de su obra y de sus personajes. La verdad es que Valle-Inclán fue un amor a primera vista absoluto porque todo sabe a él. Su barroquismo es algo tan español que me conquistó desde el principio con su plasticidad. Nosotros trabajamos a Valle tanto en la parte del análisis de personajes como del movimiento de los mismos. La frontera entre el texto y la plasticidad fue lo que hizo que Valle Inclán se me metiera hasta las entrañas en todas las obras que he representado. Hereda de las sabidurías universales y las transmite desde los planos temporales y personales. Valle, en sus obras, no busca soluciones morales a conflictos inmorales, sino que claramente los evidencia de una forma que han sabido hacer muy pocos en la literatura universal.

—¿Con qué personaje de Valle se quedaría?

He representado a dos: La mozuela de Ligazón y la encamada Floriana en La rosa de papel. Cada uno de ellos me ha brindado algo diferente. La mozuela es la energía femenina por excelencia, es libertad, es pasión, es el poder vivir en ese mundo de brujas, vivir en dos planos a la vez, el físico irreal y aquel donde ella realmente navega, que se encuentra en otro plano diferente y que en nuestro montaje se evidencia claramente. La rosa de papel es decir verdades como puños, es el amor infinito a la vida y la dureza de los sueños no cumplidos, pero también es poder denunciar esa frustración de la vida con un inmenso amor detrás. También es una forma de sublimar la vida aplastando las verdades mediocres. De todas formas, creo que el mejor personaje femenino de Valle es Mari Gaila, porque es la metáfora de la libertad. Creo que es un personaje que está de enorme actualidad porque enfrenta el poder destructivo de la moral que le rodea.

—La actualidad, eso es algo que siempre se dice del teatro de Valle. ¿Hasta que punto puede considerarse real esa afirmación?

El teatro de Lorca no se entendería sin el precedente de Valle, adelantó a Brecht, a Ionescu a Samuel Beckett. Su obra es la estética de lo feo y habla de unas verdades universales que están de inmensa actualidad incluso en estos momentos. Creo que no me equivoco al afirmar que es el hombre más singular del siglo XX. En su obra ha denunciado todo tipo de situaciones con las que nos encontramos hoy en día, simplemente hay que saber leerlas y traerlas a la actualidad. Simplemente leyendo sus textos, descubres que es tan grotesco lo que hay hoy en día que ves que aquello que escribió Valle no se aleja de la realidad. La verdad es que, en este siglo XXI, nos creemos todos muy modernos pero poco hemos evolucionado. Por eso es tan maravilloso interpretarlo, porque se puede evidenciar la actualidad a través de sus palabras.

—¿Qué supone para usted recibir el premio Mari Gaila?

Cada vez que interpreto a Valle, me renuevo, me lo dicen en mi propia casa: «¡Cómo se nota Valle!». Y es cierto, porque salgo totalmente renovada, luzco otra sonrisa, otra alegría, otra energía y, claro que reconozcan nuestro trabajo en Teatro Tribueñe es un honor. Al final soy uno de los carboncitos que Irina Kouberskaya nos va soplando para que sigan dando calor. Soy una más y recibir este premio considero que lo hago en nombre de toda la compañía y de todo el trabajo que realiza nuestra directora. Ella (Irina Kouberskaya) es la que nos da vida en el escenario, es la que nos sueña y la que nos da esa posibilidad de transmitir ese legado que nos ha dejado Valle. También creo que se debe elogiar a Amigos de Valle, cuyo esfuerzo por defender la obra del escritor vilanovés es algo excepcional, dramáticamente excepcional. La figura de Valle debería defenderse en cada pueblo de España y es dramático que no sea así, a la vez que dice mucho de la sociedad en la que estamos viviendo hoy en día.

—¿En sus próximos trabajos figura alguno relacionado con Valle?

Seguramente hagamos La cabeza del Bautista para el próximo año, a lo que sumaremos otro trabajo centrado en homenajear a Valle. Irina quería hacer un homenaje con una gran denuncia a partir de textos seleccionados del escritor.

—Creo que no es la primera vez que está usted en Vilanova. ¿Difiere mucho de la narrada por Valle en sus obras?

Estuve el año pasado y espero volver muchas más veces porque, la verdad, disfruto tanto de Vilanova. Este año tuve la oportunidad porque fuimos con las dos obras y eso me permitió pasear, disfrutar y caminar mucho, tanto en el amanecer como por la noche y se ha convertido en un destino al que quiero ir con mi familia. ¿Si se aprecia la obra de Valle todavía? Claro que se aprecia, Vilanova tiene un centro que es una joya. Caminar sobre esas piedras, todavía puedes tocar las paredes, todavía está la energía que desprende Valle; ver la ría, el olor, la luz y, por supuesto, está el paisaje, el verde, la soledad. ¡Claro que está! Y están sus personajes en toda la atmósfera.

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