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El Curtas de Vilagarcía levanta el telón... del terror

El Curtas Festival do Imaxinario arranca con las primeras proyecciones y los premios a Paco Plaza, Tomás Hijo y Víctor Marín

Además de películas, hay conferencias, talleres, un puesto de libros y cómics y actividades infantiles

Tomás Hijo, tras recoger su galardón en el Salón García. | |

Tomás Hijo, tras recoger su galardón en el Salón García. | | / Noé Parga

Vilagarcía

Hora y media antes de la inauguración oficial del Curtas 2025, la Rivas Briones ya era un hervidero de gente. Decenas de familias con niños pequeños deambulaban entre las figuras de superhéroes que saludan al curioso nada más entrar en la sala de exposiciones. De entre todas, la gigantesca imagen de un Hulk furioso era la preferida por los padres como fondo para fotografiar a sus hijos. Así ha empezado la 53 edición del Curtas Festival do Imaxinario, que convertirá a Vilagarcía en la capital española del cine de terror y fantástico hasta el 2 de noviembre.

Durante los próximos 10 días, la ciudad acogerá la proyección de más de un centenar de películas y cortometrajes, muchas de ellas estrenos mundiales. También hay talleres, conferencias, un puesto de libros y cómics atendido por la librería Metrópolis y hasta un «Samaín Arrepiante». Un completo programa que le ha valido al Curtas situarse entre los 90 mejores festivales de terror del mundo, según el medio especializado norteamericano Dread Central.

El Curtas arrancó anoche en el Salón García con la inauguración de la exposición «Monstrorama» y la entrega de premios a Paco Plaza, Tomás Hijo y Víctor Marín. El primero de ellos es uno de los directores españoles de cine fantástico y de terror más prolíficos de las dos últimas décadas, y uno de los padres de «REC», una película que reventó las taquillas en 2007. El festival arousano le concedió el premio Maestro del Fantástico en reconocimiento a su carrera.

Noé Parga |

Tomás Hijo (izquierda) y Paco Plaza, tras recoger sus premios. / Noé Parga

Tomás Hijo, por su parte, recibió el Premio Curtas 2025. En el piso posterior de la Rivas Briones hay dos exposiciones, y una de ellas es precisamente de Tomás Hijo. Se titula «As raias do dragón», y en ellas el espectador podrá asomarse a un mundo de fantasía y monstruos retratados en cartas de tarot. De la otra pared de la sala cuelgan páginas de cómics de Santibáñez. Su exposición se titula «Debuxando pesadelos», y está llena de oscuras escenas protagonizadas por brujas, casas encantadas o diablos. El último premiado de la noche fue el escultor y cineasta Víctor Marín. Tras los galardones y discursos, llegaron las primeras proyecciones del Curtas. El equipo dirigido por Luis Rosales eligió para esta ocasión el cortometraje «Cosa Mala», que se estrenó ayer, y el clásico alemán de 1924 «Las manos de Orlac».

Un detalle de la exposición "Monstrorama".

Un detalle de la exposición "Monstrorama". / Noe Parga

El grueso de la programación empieza hoy, con actividades desde las 11 de la mañana hasta bien entrada la noche. Además de las proyecciones («VHS Halloween», «La casa en el árbol» o «Buenos Aires rojo sangre», entre otros títulos), hay una «masterclass» con el premiado Víctor Marín sobre la creación de monstruos o una charla con el compositor arousano Manuel Riveiro. Pero aunque por temática el Curtas parezca un festival pensado solo para el público adulto, también los niños tienen con qué entretenerse.

Este mediodía se proyecta «La familia Adams» y además el coche de los Cazafantasmas estará aparcado entre la plaza de Galicia y la casa da cultura. Las fotos a su lado serán un recuerdo inmejorable.

«Lo que nos infunde miedo es la muerte, el dolor, lo desconocido»

Paco Plaza (Valencia, 1973) es uno de los grandes directores españoles de cine de terror. Es uno de los padres de "REC", una de las películas más importantes del género, y ayer recibió del Curtas el premio Maestro del Fantástico.

El Curtas le ha otorgado el premio de Maestro del Fantástico. ¿Quiénes son los suyos?

Hay muchos, pero si tuviese que decir uno solo sería Chicho Ibáñez Serrador. Y por proximidad diría también a Álex de la Iglesia, que nos ha abierto el camino a toda una generación de cineastas. Él nos mostró que se podía hacer cine de género sin necesidad de americanizarse, manteniendo nuestras señas de identidad, nuestro humor. Álex de la Iglesia fue la brújula que nos guio a muchos.

¿Cambian con el tiempo los miedos de las sociedades?

En lo más superficial, sí, pero en el fondo no. El miedo es algo que trasciende a las culturas y al tiempo. En esencia, lo que nos infunde miedo es siempre lo mismo: la muerte, el dolor y, sobre todo, lo desconocido. Nos asusta todo lo que no somos capaces de procesar racionalmente. Aunque después la manera de retratar nuestros miedos sí vaya parejo al tiempo en que vivimos.

¿A qué se debió el apabullante éxito de «REC»?

Aún hoy no lo sé. Si existiese una fórmula, todas las películas serían un éxito. Hay factores que son inaprensibles; hay algo de estar en el sitio y en el momento adecuados, algo de azar, de conectar con una sensibilidad que estaba ahí…

«REC» se grabó principalmente con una sola cámara, y hoy todo el mundo lleva una en sus bolsillos. ¿Sería posible hoy en día una película similar?

Totalmente, esta democratización del acceso a la tecnología debería servir para estimular proyectos con pocos recursos, pero no sé si está ocurriendo. Se podría pensar que el hecho de que todos llevemos un equipo de grabación en el bolsillo podría propiciar una oleada de gente innovando y arriesgando… Pero no sé si se está yendo por ahí.

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