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Ahora sí, las jacarandas llegan a la calle Clara Campoamor de Vilagarcía

Los árboles aspiran a convertirse en uno de los elementos distintivos de la ciudad

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Vilagarcía

Las jacarandas, el árbol subtropical elegido para adornar la nueva calle de Clara Campoamor, ya pueden empezar a crecer. Esta misma mañana se procede a descargar y plantar las catorce que han sido encargadas por el Concello de Vilagarcía dentro del proyecto de humanización de la antigua calle de Conde Vallellano.

Ya se había expliado en FARO el pasado día 13 que había empezado a llegar y a instalarse el mobiliario urbano –bancos y maceteros– con el que poner la guinda a esta importante obra, que ejecuta la firma Marconsa y que tendrá un coste final de unos 660.000 euros.

Fue entonces cuando desde Ravella se anunció que las catorce jacarandas a plantar en Clara Campoamor llegarían al lugar el viernes pasado. Pero no fue así.

Y eso que, como se anunció en aquel momento, llegó a plantarse un ejemplar, indicando la concejala Paola María, responsable de Urbanismo, que se estaba probando cómo quedarían estas llamativas plantas.

A raíz de aquella noticia la expectación fue tal que muchos vilagarcianos acudieron a la calle para ver el resultado por sí mismos, pero se llevaron una decepción, ya que aquella era una jacaranda de «quita y pon». Es decir, que se había colocado solo para ver su efecto, pero se retiró inmediatamente de la calle.

De ahí que todos esperaran a que el viernes pasado, como se había anunciado desde Ravella, llegaran las catorce unidades de jacaranda previstas y empezara su plantación. Pero, como se indicaba antes, es hoy cuando se alcanza este esperado momento.

Aunque no será hasta la temporada que viene cuando pueda disfrutarse en todo su esplendor de las jacarandas, cuyas flores acampanadas y de color azul violeta crecen en racimos antes de que broten las hojas.

Es tal el espectáculo de su floración que se han convertido en elemento característico de numerosas partes del mundo. A modo de ejemplo, es símbolo de la ciudad de Sidney, se calcula que en Pretoria hay plantadas unas 70.000 y en Los Ángeles se calculan 148.000 ejemplares.

Una expansión que se debe no solo a su belleza, sino también a que sus raíces no son invasivas, lo cual propicia su plantación en jardines de pequeño tamaño, como los de Clara Campoamor.

Por si no fueran suficientes argumentos y ventajas, parece ser que absorbe una gran cantidad de CO2 y que ofrece un moderado gasto de agua, de ahí que se considere una especie ideal para adornar las calles.

Los operarios trabajando en la calle, esta mañana.

Los operarios trabajando en la calle, esta mañana. / M. Méndez

Así lo creen en Ravella, convencidos de que las jacarandas «se convertirán en el elemento distintivo de Clara Campoamor, especialmente cuando llegue la primavera y broten sus característicos ramos de flores de color azul violáceo».

A la espera de la inauguración del céntrico, renovado y renombrado vial, prevista para la primera semana del mes que viene, cabe incidir en el papel ornamental de las jacarandas, con una altura media de 12 a 15 metros –pueden alcanzar los 20– y de copas abiertas, irregulares y poco densas.

Dicen los expertos que sus ramas arqueadas permiten crear un dosel sobre la calle y que sus flores, al caer, forman una alfombra de color violeta.

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