Vilagarcía también sufrió en el penal de San Simón
La película «San Simón» se preestrenó ayer en cines en Vigo, y mañana llegará a las pantallas del resto de España, incluidas las de Vilagarcía. La película, aclamada por público y crítica en los festivales de San Sebastián y Ourense, tiene una importante conexión histórica, técnica y hasta artística con Arousa.

Fotograma de la película «San Simón». | FdV
El antiguo lazareto de San Simón, en la ría de Vigo, se convirtió en octubre de 1936 en uno de los mayores campos de concentración de España. Durante siete años, casi 6.000 presos dieron con sus huesos en la isla, donde las condiciones de vida eran durísimas; de hecho, medio millar de ellos murieron. Mañana se estrena en los cines «San Simón», la película de Miguel Ángel Delgado que ya ha emocionado a público y jurado en los festivales de cine de San Sebastián y Ourense. «San Simón» cuenta una historia en la que Vilagarcía tuvo un papel destacado.
Antonio Caeiro y Margarita Teijeiro, de O Faiado da Memoria, colaboraron estrechamente con el equipo técnico y artístico. El primero de ellos lleva desde finales de los años 80 investigando sobre la historia de San Simón y logró entrevistar a varios presos, lo que le ha permitido echar una mano a Miguel Ángel Delgado con el guion y las localizaciones. Margarita Teijeiro, gran conocedora de la brutal represión que siguió a la Guerra Civil en Vilagarcía, aportó la dimensión humana de los presos arousanos y reunió a un centenar de vilagarcianos para trabajar en la película como extras.
«San Simón» sigue la vida en el penal de medio centenar de presos, hombres encerrados en la isla por sus ideas políticas y sociales. Y varios de ellos eran vilagarcianos. Dos de los personajes principales encarnan a sendos presos vilagarcianos: Ramón Merremes y Dámaso Carrasco.
Este último procedía de una familia acomodada: su padre había sido cónsul y su familia tenía una consignataria. Lo tenía todo para llevar una vida desahogada, pero eligió el camino difícil.
«Dámaso Carrasco era un hombre que veía la pobreza de los demás, y estaba entregado a los valores de la República», cuenta Margarita Teijeiro. La investigadora de O Faiado destaca también de Carrasco que, «su papel como retratista de los presos es impagable». Y es que el vilagarciano tenía en San Simón una cámara fotográfica, con la que inmortalizó el dolor, la angustia, pero también la esperanza y la dignidad de cientos de compañeros. «Su hija cree que se la dio la novia en un bocadillo.
De Ramón Merremes, Margarita Teijeiro cuenta que tuvo una vida trágica: mataron a su hermano en Cea, y a él lo ejecutaron en la cárcel de Santa Isabel, en Santiago, a finales de 1941.
La investigadora de O Faiado llegó a conocer a la que había sido su novia, y la entrevistó en el asilo Divina Pastora. Allí, la mujer le confesó que había tenido un hijo con Merremes, y le relató una tierna historia ocurrida cuando el niño todavía era pequeño. «Un día, el niño volvió a casa con 1.000 pesetas, que era mucho dinero en aquella época. Cuando la madre le preguntó de dónde lo había sacado, el chico le respondió que se lo había dado un señor, que dijo que era su padre y que lo utilizase para comprar unos zapatos». «Merremes llegó a asaltar a gente en los caminos porque tenía que comer», explica Teijeiro.
Un diario compartido
O Faiado desconoce el número de vilagarcianos que pasaron por San Simón, aunque dan por hecho de que fueron decenas. En la película salen también Valentín Briones (que fue alcalde de Vilagarcía) y Bienvenido Lago, quienes escriben dos diarios exactamente iguales, en los que levantan acta del día a día en el penal.
Por la isla pasaron también Jesús Villaverde o Luis Pando. El primero era hermano de Elpidio Villaverde, que fue el primer alcalde de Vilagarcía en la Segunda República, y que tras pasar por San Simón estuvo en San Cristóbal (Pamplona), otra de las cárceles del horror abiertas por el franquismo. A Luis Pando, que era el juez de Vilagarcía cuando se produjo el golpe de Estado, lo sacaron de San Simón a finales de noviembre de 1936, y apenas cinco días después lo ejecutaron en A Caeira (Poio) junto a otros cuatro vilagarcianos que también habían estado en San Simón: José Otero Lago, un vecino de Faxilde que había sido concejal; Manuel Oubiña, contratista de Cornazo; y otros dos vecinos de esta última parroquia, Ángel Navia y Román Mondragón, que tenía una tienda en la que la gente más humilde a menudo no pagaba lo que llevaba.
Pase especial en Vilagarcía
Los cines de Vilagarcía acogerán el martes de la próxima semana un pase especial de «San Simón», al que están invitados el centenar de personas que colaboraron de una u otra forma con la película a través de O Faiado. En la sala estará Miguel Ángel Delgado, y al término de la proyección intervendrá en un coloquio con los asistentes.
Con su película, pretende rescatar del olvido una historia pocas veces bien contada e invitar a reflexionar sobre el valor de la democracia, la dignidad de las personas y los derechos humanos. Porque en esa pequeña isla de la ría de Vigo se escribió un episodio muy oscuro de la historia de España, y de muchos vilagarcianos.
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