Arousa aún vomita pellets del «Toconao» y se suma a una «caza» mundial de estos plásticos
El colectivo Limpiarousa los detecta en «prácticamente todas» sus frecuentes limpiezas de la costa
Dos años después, ya aparecen más degradados, lo que significa la liberación de fragmentos y tóxicos al medio ambiente

Las voluntarias de Limpiarousa que se sumaron a la limpieza simultánea convocada por Adega. |
En diciembre se cumplirán dos años desde que el buque Toconao perdió más de veinte toneladas de pellets frente a las costas gallegas . La ría de Arousa fue una de las afectadas y el mar sigue regurgitando estas bolitas plásticas. Lo están comprobando las voluntarias que se han sumado a la iniciativa internacional de una ONG de Reino Unido, «The Great Nurdle Hunt», y sobre todo están constatado lo más temido: no fue un problema puntual y cada vez están más degradadas, soltando al medio sustancias tóxicas; «son como pequeñas bombas de relojería».
El colectivo Limpiarousa participa por segunda vez en esta acción que se puede desarrollar durante todo octubre y trasladar después los datos a la organización Fidra, que desde hace tiempo emite informes anuales de situación de un problema que existía antes del caso de este portacontenedores. «Sacó a la luz un problema preexistente porque no solo encontramos pellets del Toconao, hay de otros. Lo sabemos porque hay diferentes colores y tipos», explica Annika Álvarez, una de sus componentes.
Ya han estado en Montalvo (Sanxenxo) y seguirán en otros lugares, animando a sumarse, pues puede hacer individualmente, siguiendo unas recomendaciones para obtener datos con rigor.
En este punto contabilizaron 485 de estas bolitas que luego se funden para fabricar casi todos los productos plásticos, pero «aparecen en prácticamente todas» las frecuentes limpiezas que realiza el colectivo en el año, que son muchas y «sobre todo en zonas de mar abierto; en A Lanzada, especialmente, O Grove… Y seguirán apareciendo durante muchos años», lamenta.
La Unión Europea acordó en septiembre aplicar nuevas normas para frenar unos vertidos que, según la organización medioambiental organizadora, se producen desde hace años: «Desde 2011 se documentaron más de 15 derrames durante el transporte marítimo, pero es probable que no se reportaran muchos más». Principalmente por un transporte, embalaje y manipulación inseguro, según denunciaron, y que las autoridades pretenden ahora controlar más.
Para los ecologistas llega tarde porque el mar ya está lleno de millones y millones de estos pellets del tamaño aproximado de una lenteja, sumándose a la problemática general de los residuos plásticos en el medio.
Consecuencias
«Ya no es el polímero en sí, es que cada vez los encontramos más degradados porque se descomponen en el medio ambiente y esto significa que liberan fragmentos de plástico y sustancias químicas nocivas, aditivos y otros contaminantes que se le aplican para darles un color, para que aguanten más tiempo, para que resistan más a la luz y el calor… También sucede con los de otro tipo, como pueden ser las botellas de refrescos, por eso el reciclaje resulta luego tan complicado », alerta Álvarez, indicando que la premisa ha de ser reducir los consumos. Además de que «pueden penetrar en los tejidos corporales de humanos y animales y alterar sus funciones» y acabar en la cadena alimentaria, como advierten desde Fidra.

Pellets encontrados hace unos días en Montalvo / FdV
25 kilos en As Sinas
Las consecuencias son las mismas que en el caso de los biosoportes, otra amenaza mundial y también para la ría arousana y su forma de vida, ligada al sector económico del marisqueo y la pesca. En el verano de 2024 se registró una llegada masiva, detectada sobre todo en O Grove y que las autoridades nunca supieron explicar.
Desde entonces se han reportado más de 60 avisos a una organización muy centrada en este tipo, Surfrider; de la presencia de miles de estas ruedecitas en las playas arousanas que, irónicamente, se inventaron para mejorar la depuración de aguas de industrias y de otras instalaciones en su devolución al medio ambiente.
Según esta componente de Limpiarousa, también siguen apareciendo, así como tarugos de bateas, envoltorios, redes, colillas, envases y latas… Un poco la variedad de lo que encontraron este fin de semana en la Limpieza Simultánea de playas de Adega y que este año centraron en As Sinas (Vilanova). Retiraron unos 25 kilos.
«Esto no es para limpiar, es para señalar problemas sin resolver»
El colectivo gallego Adega celebró ayer su XIV Limpeza Simultánea de Praias con la participación, en Arousa, de los Concellos de O Grove y Cambados, Limpiarousa, Fundación Condado de Taboada e institutos como As Bizocas y A Basella.
La lluvia trastocó los planes y por ejemplo, Limpiarousa la adelantó al sábado, retirando 25 kilos de residuos de As Sinas con la participación de ocho voluntarias y recordando que esta iniciativa y otras «no es para limpiar, sino para llamar la atención de problemas sin resolver. No se puede dejar esto en manos de voluntarios», explicaron.
Asimismo indicaron que el sitio «estaba bastante nauseabundo» por unos caños que llegan al mar en este arenal y retiraron algunos ejemplares de plumacho argentino; una invasora que ya está avanzando en los montes y otros espacios naturales de la comarca.
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