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O Piñeiriño hace del yoga un ejercicio de empatía y comunidad

El yoga se ha sumado a la importante lista de iniciativas vecinales que se llevan a cabo en O Piñeiriño. En la mañana de ayer tuvo lugar una clase en la que también destacó su espíritu inclusivo con la participación de usuarios de la asociación Lar en una sesión de lo más placentera.

Myriam Vieitez dirigiendo la clase ayer en O Piñeiriño. |  Iñaki Abella

Myriam Vieitez dirigiendo la clase ayer en O Piñeiriño. | Iñaki Abella

Vilagarcía

La calma, la respiración y la conexión personal fueron protagonistas ayer viernes en el Centro Cultural Breogán de O Piñeiriño, donde tuvo lugar una clase abierta y gratuita de yoga que reunió a una veintena de personas en una iniciativa tan sencilla como significativa. Bajo el título «Ioga e comunidade danse cita no Piñeiriño», la actividad buscó promover el bienestar físico y emocional, además de reforzar los lazos sociales en el barrio.

La sesión fue conducida por los instructores Myriam Vieitez Porto y Daniel Galiñanes Varela, ambos con una amplia trayectoria en la enseñanza de esta disciplina. Durante algo más de una hora, los asistentes participaron en una práctica suave que combinó ejercicios de respiración consciente, estiramientos básicos y técnicas de relajación, adaptadas a todos los niveles y edades.

Uno de los momentos más destacados de la jornada fue la participación conjunta de los alumnos habituales de yoga y de los usuarios del centro Lar, que compartieron esterillas, espacio y experiencia en un ambiente de inclusión y respeto. La propuesta, promovida por la Asociación Veciñal Breogán, tuvo como eje la empatía y la convivencia, convirtiendo la práctica del yoga en un vehículo de unión entre colectivos diversos.

Los usuarios agradecieron la sesión. |  Iñaki Abella

Los usuarios agradecieron la sesión. | Iñaki Abella

«El yoga no es solo ejercicio, es una forma de conectar con uno mismo y con los demás», explicaron desde la asociación, que lleva años apostando por abrir su programación a la comunidad y ofrecer actividades accesibles que fortalezcan la vida vecinal. «Crear momentos compartidos como este ayuda a mantener viva la red humana del barrio», añadieron los organizadores, reivindicando una vez más el espíritu participativo del que ya es conocido como «O mellor barrio do mundo.

La respuesta fue cálida y espontánea: una veintena de participantes disfrutaron de una mañana diferente, en la que la serenidad, las sonrisas y el compañerismo se impusieron al estrés cotidiano. La cita, además, sirvió para visibilizar la importancia de la inclusión y del cuidado emocional en la vida comunitaria, demostrando que el bienestar puede construirse desde lo local y compartido.

La asociación vecinal Breogán ya ha adelantado su intención de repetir experiencias similares en los próximos meses, reforzando un calendario de actividades que va desde talleres de fotografía o teatro hasta propuestas de ocio saludable como esta. Porque en O Piñeiriño, la comunidad también se construye respirando al unísono.

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