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Una excavadora pica un cable eléctrico en O Ramal y causa un apagón que afectó a 7.000 vilagarcianos

El suministro eléctrico se interrumpió durante una hora en zonas como A Mariña, la plaza de Galicia, Juan Carlos I, A Lomba, A Xunqueira, Vilaxoán o Sobradelo

El Ayuntamiento funcionó con normalidad gracias a un generador

Los comercios de la zona se quedaron a oscuras.

Los comercios de la zona se quedaron a oscuras. / M. Méndez

Eran las 12.23 horas de este jueves cuando el suministro eléctrico se interrumpió en numerosos puntos del centro de Vilagarcía. Un par de breves destellos parecían indicar que el corte sería solo cuestión de minutos; sin embargo, a medida que pasaba el tiempo sin que se restableciese la energía, regresaron a la memoria de los vilagarcianos los recuerdos e imágenes del gran apagón de abril: comerciantes asomados a las puertas de sus establecimientos, vecinos llamando a amigos y familiares para conocer el alcance del apagón, y hosteleros preocupados ante la posibilidad de llegar a hora de las comidas sin luz en sus locales. Para añadir un poco de incertidumbre a la situación, durante unos minutos, la señal de internet de algunas compañías colapsó.

En Fenosa cifran en 6.900 los abonados que se quedaron hoy sin suministro en Vilagarcía durante una hora, entre las 12.23 y la una y media de la tarde. Se vieron afectados hogares y negocios de O Ramal, A Mariña, la plaza de Galicia, A Lomba, A Xunqueira, Vilaxoán o parte de Sobradelo. El apagón se originó en O Ramal, donde la empresa Marconsa está haciendo un área verde que conectará el parque Miguel Hernández con la playa de A Concha y el paseo marítimo.

Durante los trabajos de movimiento de tierras, una pala excavadora picó sin querer uno de los cables eléctricos que dan servicio al Puerto. Esto hizo saltar el transformador de la Autoridad Portuaria, y este a su vez fue generando averías en otros transformadores desde los que sale la energía cara distintos puntos de la ciudad.

El corte de luz fue instantáneo; pero el hecho de que numerosas calles y edificios públicos continuasen con suministro y de que las líneas telefónicas no fallasen -como sucedió el 28 de abril- hizo que los afectados mantuviesen la calma, sabedores de que la luz regresaría más pronto que tarde.

Comerciantes de Vilagarcía, esperando a que se restableciera el suministro eléctrico tras el apagón provocado después de que una excavadora picara un cable en O Ramal. 16 octubre 2025. Manuel Méndez

Comerciantes de la zona, esperando a que se restableciera el suministro eléctrico. / Manuel Méndez

Desde Unión Fenosa se dio aviso a Elecnor, empresa con la que tienen contratadas este tipo de reparaciones, y los técnicos llegaron a O Ramal sobre la una de la tarde. No fue difícil localizar el origen de la avería, y calcularon que tardarían una media hora en subsanar la situación. Finalmente, no tardaron tanto, hasta el extremo de que en algunos puntos ya recuperaron el suministro sobre las 13.10 horas, apenas 40 minutos después de que se produjese la caída del sistema.

El restablecimiento del servicio fue recibido con alivio por vecinos y personal de los negocios. Pese a todo, los responsables de los locales de hostelería del entorno de A Baldosa manifestaron haber perdido algunos clientes que se marcharon ante la perspectiva de no poder comer si persistía el apagón. Otros, optaron por esperar tomando algo en las terrazas.

Generador en el Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Vilagarcía mantuvo su actividad normal, puesto que disponen de un generador, que se activa en casos de emergencia. Estos mismos equipos permitieron trabajar con normalidad a la Policía Local. Sin embargo, sí se interrumpió el suministro en otras dependencias municipales, como la biblioteca de la calle Castelao o la plaza de A Peixería. Curiosamente, otra de las instalaciones públicas donde se mantuvo el suministro fue el Auditorio, que está situado a apenas 200 metros de distancia del lugar de O Ramal donde se produjo la avería.

Se da la circunstancia de que a la hora del apagón se estaba desarrollando en este edificio una jornada sobre cómo intervenir en caso de una parada cardiorrespiratoria, y varios miembros de servicios de emergencias estaban enseñando a prácticar la maniobra de reanimación a más de 400 estudiantes de Primaria de Vilagarcía.

En Sobradelo, se quedaron sin luz en A Rosaleda, pero sí la tuvieron en San Cibrán u O Casal. En el Centro Comercial Arousa, el incidente obligó a parar a algunos negocios. El día del gran apagón de abril, decenas de vilagarcianos habían acudido a este centro con la intención de cargar sus teléfonos móviles en los enchufes de los pasillos, tras correrse la voz de que el edificio contaba con luz gracias a un generador de gasóleo. En la parte este de la ciudad (San Roque, A Coca...) se mantuvo el suministro.

Trabajar «a ciegas» al carecer de planos con la situación de las tuberías

Para evitar situaciones como la vivida este jueves en Vilagarcía, las empresas que van a realizar obras que incluyen movimientos de tierras y excavaciones necesitan planos con la ubicación de los servicios soterrados: tuberías del agua potable y del saneamiento, cables eléctricos y de telecomunicaciones. Pero en muchos casos, esos planos no existen, y los operarios se ven obligados a picar el suelo prácticamente a ciegas.

Lo ocurrido con los cables eléctricos de O Ramal no es en absoluto infrecuente, puesto que en Vilagarcía ya se han producido incidentes similares en otras obras, si bien lo más habitual es que los operarios piquen canalizaciones de agua, con las consecuentes roturas y cortes momentáneos del suministro. En la actualidad, estos planos ya son obligatorios, y deben detallar la ubicación y profundidad de la tubería.

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