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Arzuaga se suma a las bodegas que apuestan por Rías Baixas

Se introduce en el sello gallego mediante la compra de Pazo Rubianes

Es una firma vallisoletana adherida a la DO Ribera del Duero

El Pazo de Rubiáns.

El Pazo de Rubiáns. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Val do Salnés

Siguiendo los pasos de otras grandes bodegas y grupos vitivinícolas de España y el extranjero, como Vega Sicilia, Freixenet, Viñas Familia Gil, la alavesa Baigorri, la argentina Vinos de la Luz y tantos otros, la firma Arzuaga, ubicada en Valladolid y con producciones en la Denominación de Origen Ribera del Duero, ha decidido introducirse en la DO Rías Baixas.

Un movimiento que demuestra la creciente importancia de este sello, que en la presente campaña introdujo en bodega 47,5 millones de kilos de uva y que no deja de crecer en ventas y nuevas plantaciones.

La introducción de Arzuaga en Rías Baixas se produce, como suele suceder en estos casos, mediante la compra de una bodega ya instaurada y adherida a esta marca de calidad diferenciada gallega.

Más concretamente, la firma vallisoletana, asentada en Quintanilla de Onésimo y con 210 hectáreas de viñedo, pasa a formar parte de Rías Baixas –a cuyo Consello Regulador aún no comunicó este paso oficialmente– mediante la adquisición de la vilagarciana Pazo de Rubianes.

Esto quiere decir que, acostumbrada al manejo de tempranillo, cabernet sauvignon, merlot y chadornnay, la bodega ha decidido apostar también por el albariño, buque insignia de Rías Baixas y uno de los blancos con mayor proyección del mundo.

Aunque no serán los primeros blancos que trabaje, puesto que ya comercializa «Fan D. Oro 2023», con uvas procedentes de viñas cultivadas de manera tradicional en el corazón de Castilla, en su mayoría son de la variedad chardonnay.

«Arzuaga Crianza», «La Planta», «Arzuaga Reserva», «Laderas del Norte» y «Gran Arzuaga», «Amaya Arzuaga» son algunas de las referencias de la bodega vallisoletana a las que, previsiblemente, se sumarán marcas como «Albariño Paloma», «Albariño 1411», «Albariño García Caamaño» y «Albariño Pazo de Rubianes», si es que decide mantener esos nombres, utilizados hasta ahora en la bodega de Vilagarcía.

Como se decía al principio, Arzuaga sigue la estela de otras grandes compañías que han visto en Rías Baixas una oportunidad de expansión.

Algunos de esos grupos, como la Famila Gil, no solo adquirieron bodegas como Lagar da Condesa (Caldas), sino también invirtiendo en nuevas plantaciones, precisamente en Vilagarcía de Arousa.

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