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Noia hunde aún más el fracasado libre marisqueo de Arousa

Con O Bohído, Cabío y Os Lombos cerrados, las capturas en las «otras zonas» son insignificantes

El precio está por los suelos, y con la inicio de la actividad en la ría coruñesa, puede ser peor

La campaña marisquera de Noia, iniciada ayer.

La campaña marisquera de Noia, iniciada ayer. / Pablo Silva

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Arousa

Con los bancos de Os Lombos do Ulla, O Bohído y Cambados cerrados durante seis meses –tres por veda y los restantes por cese de actividad remunerada–, el libre marisqueo en Arousa se limita a la acción casi testimonial de un puñado de embarcaciones cuyos tripulantes se encuentran al llegar a tierra con precios por los suelos.

El fracasado modelo de explotación de las zonas comunes de la ría que se aplicó en años pasados y la imposibilidad de recuperar bancos totalmente esquilmados hacen que esta actividad se arrastre como pocas un año tras otro, dependiendo casi en exclusiva de las ayudas que la Consellería do Mar pueda entregar al sector.

Descargas de almeja rubia en A Illa, ayer. |  Iñaki Abella

Descargas de almeja rubia en A Illa, ayer. / Iñaki Abella

Un declive que tras la primera semana de actividad solo puede ir a peor, ya que ayer comenzaba la campaña en la ría de Muros-Noia, y esto supone que la lonja de O Testal acapara ahora todo el protagonismo.

Con el grueso de los compradores más importantes desplazados a ese puerto coruñés, las cosas solo pueden empeorar en Arousa, donde el viernes pasado la lonja de O Grove vendió solo 2 kilos de almeja fina y 40 de japónica; mientras que Cambados tenía que conformarse con 236 de almeja rubia, despachada a 8,95 euros el kilo.

Esta especie llegó en mayor cantidad a la «rula» de A Illa, con 802 kilos, pero su precio fue de 9,5 euros solo para los primeros 52 kilos, vendiéndose 600 a 9 y los 150 restantes por debajo de esa cantidad.

Rañeiros en Noia, ayer.

Rañeiros en Noia, ayer. / Pablo Silva

Ayer los pocos barcos despachados seguían «peregrinando» por O Grove, Aguiño y otros puntos de la ría. Faenaban en las llamadas «otras zonas», que siempre estuvieron a la sombra de los grandes bancos y que ahora son las únicas donde se largan los raños.

De ahí la expectación en torno a la campaña marisquera de Noia, en la que participan decenas de rañeiros arousanos que hace tiempo decidieron emigrar de su ría, obligados por su creciente pérdida de productividad, comenzó ayer.

Las embarcaciones, que no podían salir de los puertos hasta las 8.20 horas, están autorizadas a emplear artes como el rastro (raño) de berberecho, con 20 milímetros de separación entre varillas. El armazón del rastro debe ser fijo, pues no está autorizado armazón desmontable.

Se establecen topes de captura para marisqueo a flote de 15 kilos de berberecho para el primero y segundo tripulante y de 9 kilos para el tercero, si lo hubiera.

Además de 3 kilos de almeja japónica (de más de 35 milímetros), 2 de babosa (38 milímetros) y 2 de almeja fina (40). Para marisqueo a pie son 9 kilos de berberecho y 3 de almeja japónica.

Los rañeiros deben tener presente que es obligatorio fondear la embarcación con la proa orientada a la corriente y el viento, como también entregar el marisco directamente en las lonjas de Testal o de O Freixo, «no pudiendo desplazarse a ningún otro lugar sin realizar la venta».

Tampoco se puede escoger en tierra, ni en los canales, sino que esta práctica debe ser realizada en la zona de trabajo. Asimismo, es obligatorio clasificar las almejas por especies separadas.

Están prohibidas las bolsas de plástico, por lo que cada mariscador debe usar obligatoriamente capazos pequeños para el berberecho y bolsas de red para la almeja.

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