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Leo vuelve a hacer magia a la carrera

La III Carreira de Leo apunta a superar los 24.000 euros de solidaridad de la pasada edición, pero lo más importante es que su crecimiento no se mide en recaudaciones sino en identificación con una causa tan noble como es el apoyo a las familias que luchan por los suyos contra las enfermedades raras.

Muchas personas quisieron estar en Meis para ser parte de una fiesta de la inclusión. |  Iñaki Abella

Muchas personas quisieron estar en Meis para ser parte de una fiesta de la inclusión. | Iñaki Abella

Meis

Meis vivió este fin de semana una de esas jornadas que trascienden lo deportivo. La tercera edición de la Carreira de Leo volvió a convertir al municipio en un ejemplo de solidaridad, empatía y compromiso con las causas más justas. Lo que nació como un homenaje al pequeño Leo, fallecido tras una dura lucha contra una enfermedad rara, se ha consolidado ya como un acontecimiento de referencia en Galicia, con una participación que superó los 2.400 inscritos y un ambiente cargado de emoción y humanidad.

El impulsor de la iniciativa, Toño Diz, padre de Leo, destacó que el objetivo principal sigue siendo dar visibilidad a las dolencias más desconocidas y promover una carrera cada vez más inclusiva. En esta edición, los fondos se destinarán a la Asociación Española de Enfermos de Alexander, que agrupa a familias afectadas por una enfermedad que apenas sufren dos pequeños en Galicia —uno en O Grove y otro en Nigrán—, y a la entidad Duchenne Parent Project, que lucha contra la distrofia muscular de Duchenne, una patología degenerativa que afecta a niños de todo el mundo.

El espíritu solidario de la cita se reforzó con la participación de colectivos como Empujando Sonrisas (A Coruña) o Discamino (Vigo), que compitieron con sillas adaptadas para recordar que el deporte también puede ser un vehículo de inclusión. Uno de los momentos más emocionantes se vivió en la salida de la carrera de 5 kilómetros, cuando el resto de corredores formó un pasillo de ánimo y respeto para que las personas con movilidad reducida fuesen las primeras en iniciar la prueba, marcando el ritmo simbólico de la jornada.

La implicación de participantes, empresas y voluntarios fue abrumadora.

La implicación de participantes, empresas y voluntarios fue abrumadora. / Iñaki Abella

Toño Diz, visiblemente emocionado, subrayó el carácter profundamente humano de la cita: «Es increíble ver la identificación de tantas personas con la Carreira de Leo. Todo Meis y todos sus colectivos hacen la carrera como suya y se vuelcan en que todo salga lo mejor posible. Es muy bonito ver que todos se implican, incluso personas que han venido desde muy lejos para colaborar».

La organización espera superar los 24.000 euros recaudados en la pasada edición, una cifra que, más allá del dato económico, representa el impacto social de un evento que ha sabido transformar el dolor en esperanza compartida. La Carreira de Leo no solo rinde homenaje al pequeño que le da nombre, sino que mantiene vivo su legado de empatía y apoyo a las familias que conviven con enfermedades raras, muchas veces en silencio y con escasos recursos.

La jornada culminó con un ambiente festivo y musical. Entre abrazos, aplausos y recuerdos, Meis volvió a demostrar que cuando la solidaridad y la inclusión se unen, el resultado va mucho más allá de una meta deportiva.

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