Cien robles por un siglo y un legado educativo
El colegio San Francisco de Vilagarcía simbolizó su centenario con un emotivo homenaje en el bosque escuela de Pinar do Rei que lleva el nombre de Juan Manuel Pérez Eyré, profesor que tan hondo legado dejó en el centro y en toda la ciudad. Cien robles que crecerán en forma de legado.

Participantes en el homenaje conjunto a la escuela y al recordado profesor. | FdV
El colegio San Francisco fue protagonista de una jornada profundamente emotiva y simbólica en el bosque escuela de Pinar do Rei, un espacio que lleva el nombre de juan Manuel Pérez Eyré, en recuerdo del querido profesor fallecido hace escasos meses.
Familias, alumnos, antiguos estudiantes, profesores y amigos del homenajeado se reunieron para rendir tributo a su memoria y, al mismo tiempo, celebrar el centenario del colegio, que lleva un siglo formando a miles de generaciones de vilagarcianos. En un ambiente de emoción y recogimiento, los asistentes se afanaron en la plantación de cien robles, cien «carballos» por cada año de historia del centro educativo en la ciudad.
El evento, que transmite además un legado intergeneracional, fuera de toda duda, se enmarca también en el proyecto impulsado por el profesor de la Universidad de Vigo, el vilagarciano Óscar Briones, cuya Red Galega de Bosques Atlánticos continúa creciendo. En esta ocasión, el avance llegó con la incorporación de un primer monte de titularidad pública cedido por el Concello de vilagarcía en el entorno de Pinar do Rei. Este espacio se suma a los terrenos que las comunidades de András y Sobrán ya habían puesto a disposición de la iniciativa que busca recuperar y conservar los ecosistemas autóctonos del territorio arousano.

Padres e hijos se sumaron en una misma causa. | FdV
El nuevo bosque escuela Juan Manuel Pérez Eyré tendrá un doble valor. Será, por un lado, un aula al aire libre al servicio de los centros educativos de Vilagarcía para el desarrollo de actividades formativas y medioambientales; y, por otro, un laboratorio natural que contribuirá a la retención de dióxido de carbono y al fomento de la biodiversidad, pilares fundamentales del proyecto liderado por Briones, buen conocedor de lo mucho que se echa de menos a una persona tan especial.
Mención especial merece la implicación de la comunidad educativa en simbolizar en los robles plantados la huella dejada tanto por el colegio San Francisco y su historia como el eterno recuerdo a la memoria de Juan Manuel Pérez Eyré. Más de 30 personas participaron en una iniciativa que no tuvo ningún problema en esquivar la lluvia para que pronto empiecen a brotar las raíces, los troncos y las ramas de un centenar de árboles que son todo un reflejo de identificación y cariño.
No será la última vez que la comunidad educativa visite el bosque escuela de Pinar do Rei. Un lugar que ha pasado a convertirse en un lugar muy especial, de esos en los que se puede ver crecer el pasado para tomar conciencia de la importancia del presente en el objetivo de alcanzar el mejor futuro.
Suscríbete para seguir leyendo
- Pide ayuda para encontrar un sobre con dinero que perdió en Cambados
- La pesca ilegal arrasa las rías
- El mejillón de Chile, Marruecos y Países Bajos preocupa en Galicia
- Otra víctima en las maltrechas zonas peatonales de Vilagarcía
- La Cofradía do Centolo Larpeiro cita a sus cofrades en la bodega Pazo Baión
- Mexillón de Galicia declara la guerra a los tarugos
- Los depuradores creen positivo que las cofradías reconozcan un «problema estructural» en el marisqueo
- Centollo y buey: dos especies migratorias que vuelven para desovar