Vecinos, propietarios y trabajadores claman una solución de urgencia ante el abandono de las Galerías Gallego
Los comerciantes denuncian que se ha convertido en foco de problemas derivados de la drogadicción y la exclusión social | Estudian instalar cámaras ante una problemática al alza

Los desperfectos son evidentes en los pasillos. | FdV
Lo que es una zona comercial de referencia, ubicada en el corazón urbano de Vilagarcía, es hoy escenario de situaciones de inseguridad y abandono que han encendido las alarmas entre comerciantes y vecinos. Las Galerías Gallego, un espacio con pasillos poco transitados y de difícil visibilidad, se han convertido en un punto recurrente de conflictos relacionados con la drogadicción, la indigencia y el ocio nocturno descontrolado.
«Llevo aquí desde el año 2020 y esto no mejora», lamenta Amalia Gómez, presidenta de la asociación de comerciantes de las Galerías Gallego. «Aquí hay mucho trapicheo. Drogadictos que se pinchan, se drogan y utilizan los cajetines de los contadores de agua o las placas del falso techo para esconder sustancias. Es constante. Además se producen destrozos y situaciones de poco agrado en todos los aspectos».
Además del consumo de drogas, quienes regentan negocios en las galerías denuncian que el espacio se ha convertido en refugio para personas sin hogar, que pernoctan allí y, con frecuencia, «realizan sus necesidades en los rincones, generando problemas de malos olores, higiene y convivencia». A todo ello se suman los botellones que, especialmente durante los fines de semana, degradan aún más el entorno: «El lunes llegamos y está todo lleno de porquería. Hay restos de todo tipo y nadie merece encontrarse con tanta basura y suciedad a la puerta de su negocio».

La acumulación de basura y la falta de higiene plasma la situación que viven en el lugar. | FdV
Aunque los comerciantes reconocen que no se han producido robos graves, sí destacan que las peleas y situaciones de tensión entre los propios usuarios del lugar son frecuentes. A ello se suman actos vandálicos, como el reciente sabotaje de la instalación eléctrica, que dejó las galerías sin luz: «Tiraron de todo el cableado. Tuvimos que poner una denuncia. También nos reventaron las puertas de los baños comunitarios. Son cosas que pasan a menudo y que nos provincan problemas añadidos».
La sensación de abandono es generalizada. «No sabemos si es por falta de efectivos policiales o por qué, pero las galerías están dejadas de la mano de dios», resume Amalia Gómez. Aunque la asociación ha trasladado en diversas ocasiones la situación a la Concellería de Seguridad Ciudadana, las respuestas parecen no llegar con la rapidez que el problema requiere.

Los pasillos se han convertido en lugares que se vuelven insalubres. / Cedida
Una de las posibles soluciones que se baraja desde el colectivo de comerciantes es la instalación de cámaras de videovigilancia para disuadir comportamientos incívicos, aunque existe el temor a que los dispositivos puedan ser vandalizados. También están a la espera de firmar un convenio de limpieza con el Concello, que permitiría una mayor frecuencia y eficacia en el mantenimiento del espacio.
«No tenemos por qué estar limpiando cacas, pises y basura cada lunes», denuncia Gómez, que insiste en la necesidad de una intervención urgente y coordinada para recuperar la funcionalidad de un espacio céntrico que, con los cuidados adecuados, podría volver a ser un punto comercial y social de referencia en Vilagarcía.
Mientras tanto, comerciantes y vecinos siguen haciendo frente, semana tras semana, a una situación que amenaza con enquistarse y deteriorar aún más la imagen y la seguridad de una zona emblemática de la ciudad.
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