Incertidumbre entre los usuarios de O Ramal por el cierre del aparcamiento

Una valla metálica de obra cierra ya el perímetro de la explanada de O Ramal en la que el Ayuntamiento va a crear una zona verde y de agua que haga de transición natural entre el parque Miguel Hernández y el pinar, la playa y el paseo marítimo de A Concha. A primera hora de la tarde de ayer todavía había estacionados, dentro del recinto, una veintena de coches que estaban aparcados desde antes de que se anunciase el cierre del mismo. La empresa adjudicataria de la obra, Marconsa, dejó un par de salidas abiertas en las vallas para que los conductores vayan retirando sus vehículos.

La medida ha generado incertidumbre entre los usuarios habituales de la explanada de O Ramal, ya que se trata de una bolsa de aparcamientos a la que ahora tendrán que renunciar. Además, se quejan de que las alternativas que ofrece el Ayuntamiento son insuficientes, y más alejadas del centro urbano.

En concreto, los más madrugadores podrán utilizar una parcela de la calle Mulatas, situada detrás de los edificios nuevos de A Concha, pero se trata de un aparcamiento disuasorio con menos plazas de O Ramal y que, además, ya existe desde hace tiempo, por lo que solo podrá absorber una pequeña parte de los vehículos que estacionaban antes en la explanada en obras.

La otra alternativa que baraja la Administración municipal para facilitar la búsqueda de aparcamiento es el parking subterráneo de A Concha, que se emplea actualmente como depósito municipal de vehículos. A medio plazo, el Concello pretende convertirlo en parking público, pero antes tiene que trasladar el depósito a Pinar do Rei y hacer obras de reforma en las actuales instalaciones para adecuarlas al uso de aparcamiento.

Acera inutilizada

La obra de reurbanización de la parcela de O Ramal le ha sido adjudicada a la empresa Manconsa, por un importe que ronda el millón de euros. La empresa ya ha desplazado al punto maquinaria pesada y ha empezado a hacer acopio de material. Además de cerrar con vallas el aparcamiento, también ha inhabilitado parte de la acera que conduce al paseo marítimo, lo que ha generado malestar entre usuarios.

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