El Concello quiere reubicar en Oubiña la problemática EDAR de O Facho

El Concello indica que la empresa de mantenimiento certifica su «buen funcionamiento» y que su retirada se debe a la llegada de vertidos por encima de su capacidad proyectada

Imagen de archivo de la EDAR de O Facho. |  Iñaki Abella

Imagen de archivo de la EDAR de O Facho. | Iñaki Abella

Cambados

El Concello de Cambados está a la espera de que la Xunta termine la obra de saneamiento y desconecte la problemática depuradora de O Facho para evaluar su destino. Su propósito es reutilizarla y una de las ubicaciones preferidas es un núcleo de población de Oubiña donde no es posible el saneamiento por gravedad.

Los trabajos autonómicos estarían llegando a su fin y algunas de las principales molestias denunciadas por las autoridades municipales están casi solventadas, como las aceras de la avenida de Galicia. No obstante, quedan algunos asfaltados en Castrelo y la retirada de escombros en una finca utilizada como estacionamiento en la calle de A Pacheca.

El concejal de Obras e Servizos, José Ramón Abal Varela, explicaba hace unos días que está insistiendo en esta actuación porque lo usan vecinos de la zona y, sobre todo, respecto a la Festa do Albariño, porque es uno de los aparcamientos disuasorios.

El edil ha contactado con Augas de Galicia multitud de veces ante los problemas que han venido causando los trabajos en los últimos meses –empezaron hace más de un año– y que marcarán un antes y un después en el saneamiento de Cambados, incrementando la red separativa en el centro urbano y retirando el foco contaminante en que se había convertido la pequeña EDAR de O Facho.

A este respecto, el alcalde, Samuel Lago, señala que la instalación «funciona perfectamente», según le ha trasladado la empresa de mantenimiento, y les parece un «desperdicio» pudiendo reutilizarla en otra zona.

Su traslado se producirá en cuanto se desconecte de los núcleos de Castrelo a los que da servicio actualmente ya que, cabe recordar, el proyecto de la Xunta contempla la instalación de nuevas tuberías para llevar esos residuos a la EDAR principal, la de Tragove.

La pequeña depuradora ha sido un quebradero de cabeza en los últimos años, pues los gobiernos locales más recientes descubrieron que no contaba con permiso de Costas, ni autorización de vertido, pero además era ilegalizable. No obstante, lo más grave es la entrada de residuos industriales que, aunque se rebajaron después, interfirieron en su óptimo funcionamiento, convirtiéndola en un punto de vertidos a la ría de Arousa, como certificaba la propia memoria del proyecto autonómico de saneamiento.

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