Un nueva situación de tensión reaviva la alarma vecinal en el barrio de Os Duráns

Una de las usuarias de la narcovivienda se enfrentó a un vecino de la calle

La situación del inmueble sigue sin solucionarse, pese a los constantes episodios de inseguridad.

La situación del inmueble sigue sin solucionarse, pese a los constantes episodios de inseguridad. / Noé Parga

Vilagarcía

Los vecinos del barrio vilagarciano de Os Duráns han vuelto a vivir un episodio de inseguridad y tensión vinculado a la conocida narcovivienda del número 4, una situación que denuncian que se arrastra desde hace más de seis años sin respuesta efectiva por parte de las administraciones. El último incidente tuvo lugar este fin de semana y ha provocado una profunda indignación en la comunidad.

Según relató uno de los residentes, todo ocurrió cuando se disponía a acceder al garaje de su edificio, situado a escasos metros del inmueble conflictivo. En la rampa de acceso se encontró con una joven con problemas de consumo, habitual en la citada vivienda, que se encontraba orinando y defecando en plena propiedad privada. Al ser recriminada por el propietario, la mujer adoptó una actitud violenta y desafiante, llegando a proferir amenazas verbales delante de los dos menores de 12 y 5 años que se encontraban en el interior del coche familiar. Según el vecino se escucharon frases del tipo «te voy a arrancar los ojos» o «voy a reventarte el coche».

La tensión escaló cuando, según denuncia el afectado, la mujer incluso introdujo la mano por la ventanilla del vehículo, donde se encontraba uno de los menores, generando un momento de gran angustia para los presentes. El vecino ha mostrado su preocupación por el impacto emocional que estos hechos tienen sobre los niños, además de la sensación de abandono que perciben los residentes de la zona.

Este nuevo incidente ha reavivado el hartazgo de la comunidad vecinal, que lleva años denunciando el deterioro de la convivencia provocado por la actividad incontrolada de esta vivienda. «No se puede seguir así, estamos cansados de denunciar y de no obtener respuestas. Esto no es una situación puntual, es un foco constante de conflictos, consumo y altercados», aseguran desde el entorno.

Los vecinos reclaman acciones urgentes y efectivas para recuperar la tranquilidad en el barrio y garantizar la seguridad de familias, menores y residentes, que conviven diariamente con escenas de degradación y riesgo sin que hasta ahora se haya articulado una solución definitiva.

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