La corporación de Vilagarcía da luz verde al millonario convenio de la depuradora
El Ayuntamiento aportará a la Xunta de Galicia seis millones de euros en diez años
El pleno apoya por unanimidad las reivindicaciones de la comunidad educativa de Rubiáns para normalizar el horario lectivo

La comunidad educativa del colegio de Rubiáns, al comienzo de la sesión plenaria. / Iñaki Abella
La muy necesaria ampliación y modernización de la depuradora de Vilagarcía está un poco más cerca. La Xunta de Galicia le ha pedido al Ayuntamiento que cofinancie la obra con seis millones de euros, y el pleno de la corporación aprobó ayer la inversión. Lo hizo casi por unanimidad (solo se abstuvo Juan Fajardo, de Esquerda Unida), pero aún así hubo cruce de acusaciones entre el Partido Popular y el ejecutivo socialista.
La portavoz del PP, Ana Granja, aseguró que el Concello tiene que cofinanciar la obra porque en un primer momento la Xunta disponía de fondos europeos para sufragar esa inversión, pero que terminaron perdiéndose porque la Administración local y Costas del Estado tardaron demasiado en aprobar la recalificación urbanística de la parcela.
La portavoz del ejecutivo, Tania García, le replicó que las modificaciones en el planeamiento urbanístico son procedimientos administrativos muy complejos y largos. Posteriormente, el alcalde, Alberto Varela, afeó a la Xunta de Galicia que ya supiese en 2023 que el Ayuntamiento tendría que aportar dinero para la depuradora, pero que lo mantuviese en secreto adrede hasta el otoño de 2024. «No quisieron decirlo antes porque había elecciones municipales».

La corporación municipal, en un momento del pleno. / Iñaki Abella
Así las cosas, la corporación respaldó la propuesta de convenio económico negociada en su momento por Augas de Galicia (que depende de la Xunta) y Ravella. En él, se apunta que la obra costará unos 31 millones de euros, de los cuales unos 15 proceden de fondos europeos; la Xunta aporta otros 10; y Vilagarcía los seis restantes. El Concello abonará esa cantidad en diez años, a razón de unos 628.000 euros cada uno.
La ampliación y modernización de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Ferrazo es muy necesaria. La planta actual es de 1996, y ha quedado obsoleta, tanto en sus tecnologías como en su capacidad de tratamiento. Por ello, se espera que su puesta a punto redunde de forma notable en una mejoría del saneamiento.
Colegio de Rubiáns
Donde sí hubo unanimidad fue al votar una moción en apoyo de la comunidad educativa del colegio de Rubiáns, que reclama desde hace años el cambio de horario lectivo. Si bien la moción la presentó el grupo político del BNG, en la sesión plenaria defendió en primer lugar la reivindicación una representante de la asociación de padres de alumnos. En la sala, junto a ella, asistían al pleno varios padres, directivos del centro y hasta niños.
La comunidad escolar de Rubiáns reclama históricamente el mismo horario lectivo que los demás colegios de Primaria de Vilagarcía (de 9.15 a 14.15 horas), pues en la actualidad los niños entran y salen de clase más tarde. Esto genera a los padres problemas de conciliación, pues a menudo tienen que irse al trabajo antes de que sus hijos salgan de casa; y obliga a los niños a comer en poco más de un cuarto de hora antes de coger el autobús de vuelta a sus hogares.
Todas las miradas estaban puestas en la bancada del Partido Popular, puesto que el cambio de horario del colegio depende de la Xunta de Galicia, y más en concreto de la Consellería con competencia en el transporte escolar.
Tomó la palabra el concejal y diputado autonómico Raúl Santamaría, quien aseguró que el PP de Vilagarcía está del lado de la comunidad educativa de Rubiáns, pero que ellos no tienen «la llave» para resolver el problema, y que se trata de un asunto «complejo» al encontrarse Rubiáns apartado del centro urbano, lo que dificulta ajustar las frecuencias de los autobuses escolares.
Tanto el gobierno como los demás concejales de la izquierda (BNG y Esquerda Unida) afirmaron que la demanda de Rubiáns se resolvería de forma sencilla si la Xunta tuviese voluntad política. La portavoz del ejecutivo local, Tania García, replicó a Santamaría que, «dispersión geográfica puede haberla en un Concello como A Estrada, no en Vilagarcía», puntualizando que el colegio de Rubiáns está a poco más de dos kilómetros de distancia del centro. «La Xunta está anteponiendo los intereses económicos de la empresa de transportes a los de los niños de Rubiáns», aseveró.
Rechazan el grueso de las alegaciones al nuevo callejero
En el pleno se votó también la respuesta municipal a las alegaciones que dos colectivos de la memoria presentaron sobre los cambios en el callejero municipal. El gobierno socialista planteó admitir de forma parcial las sugerencias del Faiado da Memoria y de Iniciativa Cidadá pola Memoria Histórica.Así, los colectivos planteaban que la eliminación de honores concedidos en el pasado a cargos del franquismo fuese nominal, y no genérica, como se hizo en el texto aprobado en el pleno del 9 de mayo. Esta es la parte que el Concello ha asumido, con los votos a favor de PSOE, BNG y Esquerda Unida, y la abstención del PP. Sin embargo, se rechazaron las demás peticiones de las asociaciones, que planteaban un debate más sosegado sobre las personas homenajeadas en el nuevo callejero y los espacios asignados a cada una.
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