La temporada de chiringuitos levanta el telón en A Illa

Son más de una veintena, distribuidos por un buen número de playas, aunque la mayor concentración se encuentra en la cara este de A Illa, entre O Furado y Carreirón. Los chiringuitos de playa se han convertido en uno de los grandes atractivos turísticos del pequeño municipio arousano, sobre todo desde que han pasado de ser meros dispensadores de helados o refrescos a auténticos restaurantes con espectaculares planteamientos gastronómicos.

La noche de San Xoán acostumbra a ser el pistoletazo de salida para alguno de ellos, mientras otros aguardan hasta el 1 de julio para iniciar la campaña, momento en el que comenzará la apertura diaria hasta mediados de septiembre, cuando la mayor parte echan el cierre hasta el siguiente año. Al tratarse de establecimientos al aire libre resulta clave el tiempo; de las buenas condiciones que existan vendrá después la cuenta de resultados. «Arrancamos mirando al cielo y con la esperanza de que el buen tiempo ayude a la hora de atraer a turistas y a los vecinos de la comarca que quieran degustar nuestros productos», explicaba ayer uno de los propietarios de un chiringuito mientras daba el último repaso a las necesidades para la noche de San Xoán.

La mayor parte de los chiringuitos se encuentran en la línea de costa que va desde O Furado hasta Carreirón, con uno de estos establecimientos situado prácticamente en cada arenal. Todos ellos cuentan con una larga trayectoria, e incluso, con clientes fieles que les visitan todos los años para degustar desde paella a cualquier tipo de marisco, pasando por carnes de todo tipo y hasta un simple bocadillo.

Ahí se encuentran chiringos como «O Furado», «Paraíso», «A do Peri», «Xa cho dixen», «Con do cocodrilo», «A de Vituco» o «Lavanqueira» entre otros. Otro punto destacado es la playa de Area da Secada y el Faro, donde hay hasta cuatro establecimientos, entre ellos el más longevo de todos, el Chiringo de Ferro, situado entre los pinos que bordean este arenal de Bandera Azul. En los últimos años también han proliferado varios de estos establecimientos en playas como Espiñeiro y Gradín, sumándose en esa zona de A Illa al Areoso Beach Club, que ofrece uno de los mejores atardeceres de la ría .

Los chiringuitos también se han convertido en un nicho económico muy importante para el municipio isleño, ya que generan un buen número de puestos de trabajo estacional durante el verano pues, aunque la mayor parte sean de carácter familiar, incrementan la contratación de personas durante esta época. A diferencia de otros años, donde han ido proliferando nuevos establecimientos de estas características, este año el concello no ha dado ninguna licencia nueva.

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