Luz verde a la eliminación de la maleza que amenaza las ruinas de Santa Mariña

El Concello tramita la licencia para el proyecto del Arzobispado de Santiago

Los laureles son los más problemáticos.

Los laureles son los más problemáticos. / Iñaki Abella

Cambados

La comisión mixta de Xunta e Iglesia ha aprobado el proyecto presentado por el Arzobispado de Santiago para limpiar la peligrosa vegetación que enraíza en las ruinas del cementerio de Santa Mariña de Cambados. Finalmente, se realizará una actuación más en profundidad que garantice que no vuelva a salir en un futuro próximo, sobre todo en el caso del pequeño bosque de laureles y un pino que han nacido en los muros que están sobre el altar mayor.

Así lo explica el concejal de Patrimonio, Liso González, después de que el permiso de este organismo para la revisión de proyectos relacionados con bienes culturales llegase al Ayuntamiento cambadés. Ahora, los técnicos municipales tienen que tramitar la concesión de la licencia de obras de conservación y mantenimiento que precisa este tipo de actuación.

También detalló que la primera iniciativa presentada por la institución religiosa era más sencilla y, en su opinión, no sería suficiente para garantizar que las plantas más agresivas volvieran a nacer al poco tiempo, pues se contemplaba básicamente el uso de herbicidas.

Más completa

Según él, el Arzobispado ejecutará una acción más completa de limpieza general de vegetación de las ruinas que, cabe recordar, están catalogadas con la máxima protección BIC. Pero sobre todo, de retirada de estas raíces más problemáticas y que son las que constituyen un peligro más inminente para la integridad del monumento, pues se trata de un grupo de una media docena de laureles, que son plantas que enraízan mucho y podrían acabar moviendo las piedras.

En cuanto al resto, González indicó que la presencia de vegetación y musgo y líquenes en los emblemáticos arcos no es tan riesgosa porque es más superficial y que además, en la última limpieza, realizada hace unos años, se le habría aplicado un tratamiento preventivo que parece estar dando resultado.

Cabe recordar que el Ayuntamiento alertó de esta situación y al tratarse de este relevante bien patrimonial estaba dispuesto a cofinanciar un proyecto de unos 15.000 euros junto con la Xunta. Sin embargo, esta vez, el propietario del cementerio y las míticas ruinas, el Arzobispado de Santiago, se hará cargo en solitario.

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