UPTA lanza un «mayday» por los autónomos del mar
Foromar 2025 pide que la actividad marisquera pueda ser compatible con otras labores
Detectan un aumento de las importaciones de bivalvos desde Canadá y Portugal

Un momento del Foromar de UPTA, desplegado ayer en el Auditorio de Vilagarcía. / Iñaki Abella

La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) celebró ayer, en Vilagarcía, una nueva edición de Foromar.
Una jornada de trabajo y reflexión «para tratar de mejorar las condiciones sociolaborales del colectivo de trabajadores autónomos del Régimen Especial del Mar».
Fue así como en el Auditorio vilagarciano se habló de la pérdida de productividad del marisqueo y la necesidad de compatibilizar esta actividad con otras que generen ingresos a los trabajadores sin que esto les suponga perder derechos.

Foromar sirvió para confirmar lo que era un secreto a voces: la competencia llega del extranjero. Portugal, Canadá, Francia y otros muchos países aprovecharon la época de «vacas flacas» en Galicia, cuando los bivalvos empezaron a escasear, para introducir su producto y quedarse cuota de mercado. / Noé Parga
De igual modo que se defendió mayor flexibilidad a la hora de conceder ceses de actividad y se denunció la venta de bivalvo de Portugal como si fuera gallego y la llegada de almeja de Canadá sin los mismos controles y exigencias a los que se ve sometida la gallega.
Eduardo Abad
El propio Eduardo Abad resume la jornada diciendo que se puso sobre la mesa «la preocupante situación que vive el sector marisquero, pesquero y acuícola», tratando de demostrar «la evolución negativa que ha experimentado» y lamentando sobremanera la progresiva pérdida de empleos vinculada a la actividad en el mar.
Al igual que se trataron «problemas fundamentales» a los que hacer frente, como «la baja rentabilidad del marisqueo, sobre todo del de a pie», haciendo constar que la consecuencia inmediata «es que cada día más personas abandonan el Régimen Especial del Mar».
Rodeado, como en otras ocasiones en este tipo de eventos, por representantes de la cofradía de pescadores de Carril, el presidente de UPTA citó como uno de los debates clave del foro «la necesidad de que dedicarse al marisqueo a pie sea compatible con otras actividades, sin que eso implique perder los coeficientes reductores de la edad de jubilación».
300 euros
A este respecto, sostiene Abad que «la media de los ingresos de una mariscadora, una vez pagada la Seguridad Social, las cuotas de su cofradía, la compra de semilla y otros gastos, raramente llega a 300 euros, y con eso no se puede vivir».
Por eso «se plantea la necesaria compatibilidad del marisqueo con otras actividades, ya sean por cuenta propia o ajena».
Se trata de que los mariscadores de a pie puedan incrementar sus ingresos sin perder el permiso de explotación, «para que así el marisqueo pueda ser una actividad atractiva, lo cual también favorecerá el relevo generacional y permitirá que nuestras mariscadoras sigan manteniendo las playas limpias, contribuyendo así a la regeneración del medio marino», reflexiona Eduardo Abad.
El vilagarciano alude, asimismo, al debate mantenido ayer sobre la declaración del cese de actividad. Se explicó, por ejemplo, cómo se elaboran y valoran esas declaraciones desde la Xunta.
Riadas
La conclusión es que «el colectivo del marisqueo no está de acuerdo porque hay que valorar más y mejor determinadas cuestiones que tienen que ver con situaciones puntuales que hacen que los bancos marisqueros dejen de producir y de ser rentables, como las riadas, la contaminación, el calentamiento del agua o el lento engorde del producto, entre otros».
Puestos a citar motivos de preocupación, los oradores también dijeron estar preocupados por la llegada de producto de fuera de Galicia y de España.
Aludieron así a un problema que se veía venir y sobre el que ya se alertó en multitud de ocasiones anteriores.
Depuradores
Sobre todo por parte de los depuradores, quienes ya habían advertido de que a causa de los ceses de actividad, la deficiente gestión de algunos bancos y/o la pérdida de productividad marisquera de las rías se estaban viendo obligados a importar bivalvos para poder abastecer a sus clientes.
Ayer se aludió a esto desde el lado de la producción, dejando claro que «llegan bivalvos de Portugal que son etiquetados como producto gallego».
Diferencia de controles
Pero no solo eso, sino que se alertó de que, «mientras en Galicia los bivalvos son sometidos a estrictos controles de salubridad y trazabilidad, resulta que está llegando a España almeja procedente de Canadá que no cumple, ni de lejos, los mismos requisitos».
«La almeja canadiense no se somete ni la cuarta parte de los controles que debe superar la almeja gallega antes de llegar al mercado», apostilla Eduardo Abad.
El debate del Foromar se extendió, igualmente, a los accidentes laborales y las enfermedades profesionales, de ahí que se hablara, igualmente, del nuevo catálogo «que deja prácticamente fuera todas las enfermedades que sufre el sector del mar, y de ahí que se iniciara un procedimiento de revisión del mismo para introducir la mayor parte de ellas».
El nuevo sistema que a utilizar para determinar los coeficientes reductores de los mariscadores completó, en cierto modo, el debate abierto en torno a este sector.
Bateeiros
Un debate complementario con el centrado en la acuicultura, saliendo a relucir «los problemas que afrontan los bateeiros, por ejemplo cuando se tienen que dar de alta en el puesto de trabajo en la batea, cuando en realidad la actividad económica la desarrollan en la embarcación».

Asistentes a la jornada de trabajo. | Iñaki Abella
«El hecho de no estar asegurados en el barco es un perjuicio enorme, porque pueden sufrir un accidente en sus desplazamientos por las rías», sentenció Eduardo Abad, antes de cuestionar «la incertidumbre que genera la tributación por módulos, siendo necesario para los mejilloneros un sistema tributario coherente y perfectamente definido».
Pedro Blanco
Por estas y otras muchas razones, el delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, aprovechó su participación en Foromar 2025 para reafirmar el compromiso del estado «con el sector pesquero, con el tejido empresarial y con las personas autónomas del Réximen Especial del Mar que sustentan e impulsan la economía en la ría de Arousa y toda Galicia».
Acompañado de la directora del Instituto Social de la Marina (ISM), Elena Martínez, y el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, Blanco definió a la ría arousana como «un motor de empleo, innovación y sostenibilidad»
Un ejemplo de «economía azul» que el Ministerio de Agricultura, Pesca e Alimentación dice haber apoyado con 20 millones de euros dedicados al Perte de la cadena mar-industria y los 6 millones invertidos en las nuevas instalaciones de la Casa do Mar de Vilagarcía.
Al menos eso resaltó Pedro Blanco, comprometiéndose a «seguir trabajando para garantizar el relevo generacional y el futuro de un sector que lleva siglos alimentando a Galicia».
El delegado del Gobierno no dejó pasar su visita a Arousa sin destacar «el esfuerzo diario de las personas autónomas, conserveras y distribuidoras que, con su trabajo, hacen posible que el sector pesquero siga siendo un gran faro de progreso para Galicia y, en consecuencia, para España».
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