Somos denuncia el «lamentable» estado del gimnasio municipal

Máquina precintada en el gimnasio municipal de Ribadumia. / FDV
Somos Ribadumia denunció ayer lo que considera «lamentable estado del gimnasio municipal», algo que pudo constatar el edil de la formación, Sergio Soutelo, en una visita a las instalaciones. A lo largo de la misma comprobó que existen todo tipo de deficiencias. De partida, la propia instalación «presenta luces fundidas, buena parte de las duchas funcionando mal o sin funcionar, percheros rotos, óxido y falta de mantenimiento por todos lados, goteras sin reparar y una importante y preocupante falta de limpieza e higiene en una instalación que usan muchos vecinos y que requiere un especial cuidado».
En lo que respecta a la maquinaria del gimnasio, «los óxidos y el deterioro de buena parte del parque de las máquinas de peso es evidente, hay varias de ellas, valoradas en miles de euros, averiadas y alguna incluso desmontada en una esquina, así como asientos rotos que son una muestra de poco interés del gobierno de David Castro».
La formación asegura que «no se trata de una situación puntual, ya que las quejas por el estado de la instalación son habituales y vienen desde meses atrás y el gobierno municipal está al tanto de la situación». Ante lo que catalogan como «desidia» del gobierno municipal, han presentado un escrito solicitando que se actúe de manera inmediata en la instalación, recordando que «es de titularidad municipal, aunque tenga un uso compartido con el club de piragüismo, por lo que es el Concello el responsable de que esté en perfectas condiciones de uso para las personas que pagan la cuota por usar las instalaciones». También van a estudiar otro tipo de medidas y propuestas para buscar una alternativa pública que sea adaptado y que ofrezca un correcto servicio con un amplio horario, «y no una instalación compartida».
En el caso de la limpieza, Somos asegura que no es un caso aislado, sino que «se han recogido quejas de otras dependencias municipales, como pabellones o locales sociales, que muestran que existe un problema de carácter político por la desidia en esta cuestión».
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