I+D+i para reforzar la viticultura tradicional

Tras la producción de vino de calidad como el Rías Baixas hay un arduo trabajo

Las nuevas tecnologías son capaces de enriquecer el método de cultivo

La aplicación de tratamientos fiosanitarios en una finca de Tremoedo (Vilanova) perteneciente a la bodega cambadesa Martín Códax.

La aplicación de tratamientos fiosanitarios en una finca de Tremoedo (Vilanova) perteneciente a la bodega cambadesa Martín Códax. / Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

O Salnés

Bodegas y viticultores saben que no se trata de esperar de brazos cruzados hasta ver qué ofrece la cepa. Tras la producción de vino de calidad como el Rías Baixas hay un arduo trabajo. Y no solo cultural, durante los procesos de poda, floración, cuajado o maduración, sino también un trabajo de carácter científico, incorporando nuevas tecnologías capaces de enriquecer el método de cultivo tradicional.

Hace un año, por ejemplo, la cooperativa vitivinícola Martín Códax presentaba en su plantación experimental de Pé Redondo maquinaria revolucionaria con la que aplicar los tratamientos fitosanitarios reduciendo al máximo la deriva, controlar las malas hierbas sin utilizar herbicida y deshojar el emparrado.

Feuga

Lanzaba así el proyecto europeo IPM Works, participado por la Fundación Empresa Universidad Gallega (Feuga) y dirigido a crear una red agrícola continental de promoción y demostración de estrategias de manejo integrado de plagas, tales como la prevención, el control no químico, la optimización de la eficiencia de los pesticidas y similares.

Aplicación de tratamientos en viñedos de Martín Códax.

Aplicación de tratamientos en viñedos de Martín Códax. / Noé Parga

Todo con el fin último de reducir la dependencia de los plaguicidas y disminuir la exposición del medio ambiente y las personas a estos productos.

Destacaban en aquella presentación tanto la máquina de deshojado de la vid como la de «pulverización de reciclaje» mediante el modelo Lipco, capaz de aplicar minuciosamente los fitosanitarios y aprovechar el producto sobrante, lo cual evita contaminar el entorno, aumenta la eficacia de los tratamientos y reduce gastos.

Esa maquinaria dejaba patente la apuesta de Martín Códax por la innovación y la sostenibilidad, ejerciendo como una de las grandes referencias de la Denominación de Origen Rías Baixas.

La misma en la que explicaban hace unos meses que el viñedo de investigación de Pé Redondo «permite desarrollar cerca de una decena de proyectos con los que se busca profundizar en el conocimiento de la variedad albariño y mejorar la calidad de los vinos».

Pionera

De este modo destacaban que en Bodegas Martín Códax, «conscientes de la necesidad de las investigaciones para mejorar los productos elaborados en sus instalaciones», fue «una de las pioneras en la Denominación de Origen Rías Baixas en poner en marcha proyectos de investigación, desarrollo e innovación aplicados a las viñas».

Su director general, Juan Vázquez Gancedo, declaraba el pasado mes de diciembre que «todo comenzó en 1985, cuando medio centenar de viticultores de la subzona de O Salnés decidieron unir sus fuerzas» para aprovechar el potencial que detectaban en el albariño y disponer de «una cantidad de producción suficiente para que la comercialización fuera relevante, tanto en el mercado nacional como en el internacional».

El objetivo marcado en los orígenes de la cooperativa no era otro que «cultivar, producir y comercializar vino albariño bajo un enfoque de responsabilidad social empresarial que permitiera, de un modo sostenible, el bienestar de los socios y de la comarca».

El deshojado de la vid para favorecer la aireación de los racimos.

El deshojado de la vid para favorecer la aireación de los racimos. / Noé Parga

Fue así como Bodegas Martín Códax «se propuso un proyecto de expansión continua, basando su crecimiento en la selección de nuevas parcelas de producción, plantación de viñedos propios y acuerdos de aprovisionamiento a largo plazo con productores independientes».

Todo ello aderezado «con una firme política de innovación que ha sido parte del éxito cosechado por esta bodega de Rías Baixas», sostienen en la propia Denominación de Origen.

Uso del agua

Es así como se explican los proyectos de I+D+i puestos en marcha, tales como el «Cenit Demeter», el cual «analiza el comportamiento del viñedo frente al cambio climático comprobando diferentes factores, como el uso de diversos sistemas de conducción y patrones, estrategias en el uso del agua y manejo de viñedo», explica Juan Vázquez Gancedo.

Otra de las acciones desplegadas fue «Viñas Atlánticas», que a través de la predicción climática «permite informar sobre el estado de plagas, logrando una gestión medioambiental que contribuye al desarrollo sostenible en la actividad vitivinícola», apostilla.

Otros estudios se centraron en el comportamiento del albariño en cuatro sistemas de conducción alternativos a la parra tradicional y en diez tipos de portainjertos.

Con anterioridad se habían desarrollado estudios como el centrado en las diferentes composiciones de la uva albariño en función de la situación del viñedo.

Pero Martín Códax también se integró en el Innter Gal-eno 2012, cuyo principal objetivo era estudiar el potencial vitícola y enológico de nueve variedades de uva para vinificación. 

Asimismo, el director general de la cooperativa cambadesa destacaba el proyecto propio Terruños, «para analizar y estudiar las principales diferencias de la uva albariña cultivada en Val do Salnés, Condado do Tea y O Rosal», determinando con ello «la influencia de las diferencias climáticas y geológicas en cada una de esas subzonas de Rías Baixas. 

No menos importante fue el proyecto titulado «Nuevas estrategias vitivinícolas para la gestión sostenible de la producción en grandes superficies y el incremento de las bodegas en el mercado sostenible», con el que «sentar las bases para consolidar la competitividad de las bodegas en el mercado internacional».

Eliminación de vegetación adventicia.

Eliminación de vegetación adventicia. / Noé Parga

A todas estas acciones de investigación pueden añadirse estrategias como la pactada este mismo año entre Martín Códax, Condes de Albarei y Paco & Lola, para reducir el uso de productos fitosanitarios recurriendo a métodos naturales como el de confusión sexual de los insectos.

Es decir, empleando difusores que expanden feromonas y se han demostrado eficaces para combatir especies como la polilla del racimo (Lobesia botrana), cuya presencia en los racimos puede desencadenar fuertes episodios de botritis.

Podrían citarse otros muchos proyectos o acciones científicas, pero todo conduce a lo mismo: la investigación y las nuevas tecnologías han venido para quedarse y contribuir a enriquecer el tradicional mundo del vino.

Tracking Pixel Contents