La viña desborda: vegetación «exagerada» y granos tamaño guisante

Es necesario eliminar hojas para favorecer la aireación del viñedo

Los tratamientos fitosanitarios deben ser más precisos

Mildiu, oídio y black-rot siguen como ausentes

La eliminación de hojas es una labor crucial en muchos de los viñedos. |  Noé Parga

La eliminación de hojas es una labor crucial en muchos de los viñedos. | Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Val do Salnés

Ya quedan pocas viñas en plena floración, la mayoría están a punto de completar el estado fenológico «J», correspondiente al cuajado, y muchas se encuentran ya en el estadio «K», es decir, con grano del tamaño de un guisante, cuando el aporte de nutrientes favorece un considerable crecimiento de la uva.

Así lo confirma la Estación Fitopatológica de Areeiro (EFA), donde hacen hincapié en que durante la última semana –con las lluvias que siguieron a las altas temperaturas– se ha apreciado «un importante incremento en el desarrollo de la uva, de ahí que la mayoría esté llegando a granos tamaño perdigón y que alguna tenga ya el tamaño guisante».

Esto depende, como siempre, de factores como la zona, el tipo de suelo, la orientación del viñedo o la ventilación. Puede ser tan considerable la variación que en una planta con uvas de tamaño de un perdigón puede haber aún racimos en floración.

Aplicación de tratamientos con tractor. |  Noé Parga

Aplicación de tratamientos con tractor. | Noé Parga

Sea como fuere, lo relevante es el avanzado estado fenológico del viñedo, que a partir de ahora, y hasta la vendimia, vivirá el cerramiento del racimo, el inicio del envero, el pleno envero y la fase de maduración.

El notable crecimiento de los últimos días no solo se traduce en el aumento del tamaño de la uva, sino también, y esto no es bueno, en «un desarrollo exagerado de la vegetación», tanto la propia de la vid como la adventicia.

Mayor acierto

Es este uno de los aspectos en los que incide la EFA en su boletín informativo semanal, recordando que es preciso retirar vegetación para favorecer la aireación de los viñedos, lo cual va a permitir que los tratamientos fitosanitarios sean más acertados y reduce el riesgo de enfermedades en las plantas y racimos.

Y no solo eso, sino que prácticas culturales como la retirada de hojas evita que las plantas se agoten pronto, tal y como señalan los técnicos de la EFA.

Una minuciosa aplicación de tratamientos . |  Noé Parga

Una minuciosa aplicación de tratamientos . | Noé Parga

En este centro, depediente de la Diputación de Pontevedra, también confirman que si bien se han detectado algunos síntomas de mildiu y oídio, la afectación de estos patógenos está siendo mínima, casi insignificante.

Aún así, «hay que mantener un elevado nivel de vigilancia e ir renovando las aplicaciones si aparecen nuevos síntomas o se observan zonas de avance en los antiguos», tratando con ello de proteger a los racimos del «temido mildiu larvado».

Variedad sensible

La prevención nunca está de más, sobre todo porque «la uva en crecimiento es muy sensible al mildiu, por lo que estamos aún en un momento decisivo para la futura cosecha», advierten los especialistas.

En este sentido, la EFA asume que ya hay viticultores aplicando productos penetrantes o de fijación, por lo que «hay que ser muy precisos en las intervenciones para garantizar una buena protección de las viñas».

Así de desarrollados se ecuentran ya algunos racimos.

Así de desarrollados se ecuentran ya algunos racimos. / EFA / Diputación

Menos de 11 km/h

Y ser preciso también conlleva ser riguroso y sensato, lo cual supone descartar la aplicación del tratamiento «con vientos superiores a 10,8 kilómetros por hora».

Esto implica que «hay que interrumpirlos cuando las hojas de los árboles se agitan constantemente».

Al margen del mildiu, que parece bajo control, el citado centro de investigación y divulgación alude al oídio, en este caso para concluir que tampoco es una amenaza latente.

Menos aún cuando resulta que los viticultores están aplicando tratamientos antioídio mezclados con los antimildiu.

Botritis

La botritis tampoco es ningún riesgo a estas alturas, y no se espera que aparezca si se cumplen las previsiones que indican que vienen días de tiempo seco y soleado.

El exceso de vegetación no es bueno.

El exceso de vegetación no es bueno. / EFA

No obstante, la EFA dice estar analizando en laboratorio muestras de granos que aparecieron con pequeñas heridas longitudinales.

Se trata de averiguar qué sucedió a esos granos, y mientras tanto habrá que vigilar las plantas, ya que ese tipo de heridas pueden atraer a un patógeno tan «oportunista» como la botritis.

Esta semana también puede confirmarse lo avanzado por FARO DE VIGO en relación con la black–rot, en el sentido de que este patógeno está bajo mínimos y no entraña amenaza alguna.

Los entendidos en la materia sostienen que es poco probable un ataque de este patógeno, pero para no correr riesgos, sugieren que se facilite la aireación de los viñedos mediante labores de despunte.

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