Cornazo homenajea su gran benefactor en el centenario de la iglesia parroquial

El consejo pastoral y el sacerdote Manuel Cachaldora organizan el domingo próximo una misa presidida por el arzobispo de Santiago

El templo actual se inauguró el 14 de junio de 1925

Vista de la iglesia parroquial de Cornazo.

Vista de la iglesia parroquial de Cornazo. / Noé Parga.

Vilagarcía

El próximo domingo será un día importante para la parroquia vilagarciana de Cornazo. El motivo es una doble celebración: por una parte, la conmemoración del centenario de la actual iglesia parroquial, que se levantó sobre otra anterior; e, íntimamente relacionado con esto, un homenaje a Agustín Romero, una persona sin la que no se entendería lo que hoy es Cornazo.

Agustín Romero nació en 1846 en esta parroquia vilagarciana, e hizo fortuna en Uruguay, hasta el extremo de que llegó a ser consuegro de Máximo Tajes, que fue presidente del país. Regresó a Vilagarcía para quedarse de forma definitiva en 1917, e invirtió una parte considerable de su fortuna en obras en la parroquia y otros puntos de Vilagarcía.

Una de las actuaciones que fueron posibles gracias a él fue la reconstrucción de la iglesia parroquial, cuyo edificio actual se levantó en el solar en el que se encontraba la anterior, mucho más pequeña y pobre. El nuevo templo se inauguró en un acto solemne y multitudinario el 14 de junio de 1925, de ahí que ahora, cien años después, el consejo pastoral de San Pedro de Cornazo y el sacerdote Manuel Couceiro Cachaldora hayan decidido organizar un doble acto festivo.

Iglesia parroquial de Cornazo, en Vilagarcía. |  Noé Parga

Busto de Agustín Romero, en Cornazo. / FdV

Será este domingo, 15 de junio, a las 19.00 horas, con una misa presidida por el arzobispo de Santiago, Francisco José Prieto. En el transcurso de la misma se le hará un homenaje a Agustín Romero.

Un gran benefactor

La calle que sube desde el centro de Vilagarcía hacia Cornazo y Lobeira lleva hoy el nombre de Agustín Romero, uno de los mayores filántropos de principios del siglo XX en Vilagarcía.

Nacido en 1846, sus padres le mandaron solo con doce años a Uruguay, donde se puso a trabajar con unos familiares que llevaban asentados en ese país desde hacía unos años. Las cosas le fueron bien, y progresó económica y socialmente, hasta el extremo de que llegó a ser presidente de la Cámara de Comercio de Montevideo y su hijo se casó con una hija del presidente del país.

Ya de vuelta en Cornazo, sus contribuciones para mejorar el bienestar de los vecinos fueron numerosas: costeó una red de caminos, comprando tierras y asumiendo él mismo los periódicos arreglos; fundó una escuela para cien niños, pues antes tenían que desplazarse a pie hasta Vilagarcía, algo muy lastimoso en invierno; construyó una traída de agua desde el monte Lobeira; y amplió el cementerio parroquial.

Sus buenas obras no quedaron circunscritas a Cornazo, puesto que también fundó la agrupación local de Cruz Roja y construyó varias casas para familias necesitadas. Falleció en enero de 1929, y pidió ser enterrado en la iglesia, con la condición de que los pies del sepulcro quedasen orientados hacia América.

En la actualidad, y además del nombre de la avenida que atraviesa Cornazo, el recuerdo de Agustín Romero está presente en su antigua casa, que permanece en pie, a unos 200 metros de distancia de la iglesia, y en un busto colocado a la entrada de la misma. El domingo, los vecinos le rendirán un nuevo homenaje en el transcurso de la misa por el centenario de la iglesia.

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