Así se estructuran la pesca y la acuicultura en Galicia
Mar presenta Ocupesca 2023, que alude a 15.500 empleos y 1.200 millones de euros
El sector acuícola ocupa a 4.460 personas y el pesquero, a 11.000
La facturación media por ocupado fue de 379.000 euros en las pesquerías internacionales y de 45.000, en las bateas

Labores de pesca en la ría de Arousa. / Iñaki Abella

La Consellería do Mar hace pública la última edición de Ocupesca, una encuesta –referida en esta ocasión al ejercicio 2023– «que nos permite tener una fotografía completa de la realidad de una actividad de la que dependen alrededor de 15.500 empleos y que representa una facturación conjunta anual 1.200 millones de euros».
Así lo destaca el conselleiro, Alfonso Villares, quien hace hincapié en que los datos actualizados sobre empleo, características demográficas, condiciones laborales o facturación, tanto en la pesca extractiva como en la acuicultura, permiten constatar que «Galicia ha sabido reponerse a las dificultades» y ha conseguido adaptarse a los nuevos retos para consolidar su liderazgo como «principal región pesquera de la Unión Europea».
De esos datos citados por el titular de Mar se desprende, en lo referido a pesca extractiva, que agrupa a 11.002 tripulantes a bordo de 4.195 embarcaciones, es decir 554 trabajadores y 65 naves menos que en la Ocupesca 2021.

Población ocupada en la acuicultura por situación profesional. / M. Méndez
Por su parte, en el sector acuícola son 2.510 empresas las registradas, «de las cuales el 73,5% corresponden a la miticultura».
En este caso concreto, Villares hace constar que el grupo conformado por establecimientos como criaderos, granjas marinas y líneas de cultivo genera el 14% del empleo y «continúa ganando peso en términos de facturación, representando en la actualidad más del 47%».
Rentabilidad económica
Pero no solo eso, sino que es de destacar, igualmente, su mayor rentabilidad económica, «llegando sus ingresos por persona empleada hasta los 223.000 euros», asegura.
Esta cifra, proclama el conselleiro, «contrasta con los 65.000 euros del conjunto del sector, con un crecimiento de más del 40% desde 2011».
Lo que queda claro con Ocupesca 2023 es que la actividad extractiva y la acuicultura «son dos sectores esenciales para Galicia, especialmente para las comunidades costeras, donde el papel de estas actividades transciende de lo económico, dado su impacto a la hora de fijar población en nuestro litoral», remarca el conselleiro de Mar.
A Coruña y Pontevedra
Alude así a una influencia que se hace notar, sobre todo, en las provincias de A Coruña y Pontevedra, con 5.258 y 4.365 personas ocupadas en la pesca extractiva, respectivamente.
En la coruñesa son 5.114 en el caladero nacional, 65 en la pesquería comunitaria y 79 en la internacional, correspondiendo a la provincia pontevedresa, respectivamente, 3.122, 341 y 902 trabajadores.
La de Lugo se limita a 404 trabajadores en el nacional, abandera el ranking del caladero comunitario, con 824, y aporta 151 empleos en las pesquerías internacionales.
Estos números llevan al conselleiro Alfonso Villares a decir que el sector pesquero gallego ofrece «estabilidad en el empleo», con «un claro predominio de los contratos indefinidos».

Población ocupada en la pesca extractiva por nacionalidad. / M. Méndez
Al igual que considera que para ello ha sido determinante «el notable crecimiento de la facturación media por persona ocupada». Un aumento que cifra en «el 67% desde el año 2011, para superar los 82.000 euros».
Puede destacarse que entre los 11.002 trabajadores de la pesca extractiva hay 8.640 en el caladero nacional, 1.230 en el comunitario y 1.132 en las pesquerías internacionales.
Desgranando esa cifra procede concretar, también, que en el caladero nacional son 5.570 asalariados, 2.467 propietarios de sociedades, 565 autónomos, 15 beneficiarios de ayuda social y 23 personas en otro tipo de situaciones.

Descargas de mejillón para el mercado francés / M. Méndez
Por su parte, en las pesquerías comunitarias hay 1.217 asalariados y 13 propietarios; mientras que en las internacionales son 1.117 y 15, respectivamente.
Fruto de su trabajo, la facturación media en la pesca extractiva, que generó casi 905 millones de euros, fue en 2023 de 82.242 euros por ocupado, situándose en casi 39.000 en el caso del caladero nacional, por encima de los 113.000 en las pesquerías comunitarias y superando los 379.000 euros por trabajador en las internacionales.
Bateas
En el ámbito de la acuicultura, las bateas ofrecían hace dos años unos registros de 995 asalariados, 1.608 propietarios de sociedad, 394 autónomos, 82 trabajadores con ayuda familiar y 30 en otras situaciones.
En los parques de cultivo eran 50 asalariados, 496 propietarios, 42 autónomos y 145 personas en situación de ayuda familiar.
En el segmento de los criaderos, granjas marinas, long-line y demás, el número de asalariados era de 615, con solo 3 propietarios de sociedad.
290 millones de euros
La facturación media en el ámbito de la acuicultura fue de 65.043 euros por ocupado, teniendo en cuenta una facturación total de 290 millones de euros y la existencia de 4.460 trabajadores.

Manuel Méndez
De forma desglosada puede decirse que en las bateas cada persona ocupada generó 45.029 euros, que fueron cerca de 17.000 en el caso de los parques de cultivo y que, como apuntaba el conselleiro, se superaron los 223.000 euros por trabajador en criaderos, granjas marinas y establecimientos similares.
No está de más recalcar que las bateas ocuparon a 3.109 personas en 1.845 empresas, mientras que 647 parques de cultivo hicieron lo propio en 2023 con 733 trabajadores y en los 18 criaderos y granjas censados prestaron su labor 618 personas.
Desigual presencia de trabajadores extranjeros
El lanzamiento de la encuesta de población ocupada en el año 2023 permite constatar que los trabajadores extranjeros ganan peso en la pesca extractiva, pero no tanto en la acuicultura.
En el primer caso se observa que entre los 11.002 trabajadores totales hay 8.455 españoles y 2.547 extranjeros (23%), 1.456 de ellos en el caladero nacional, 808 en el comunitario y 283 en el internacional.
Sin embargo, en el sector acuícola son solo 54 de los 4.460 trabajadores totales los procedentes de fuera de España (1,21%), de los que 39 trabajan en bateas y 15 en criaderos, granjas y long-line.
Por estos y otros muchos datos incluidos en Ocupesca 2023, Alfonso Villares resalta que en Galicia «contamos con los mejores profesionales, las mejores aguas y los mejores productos, reconocidos en los mercados por su sabor y excelente calidad».
Y ahora «tenemos las responsabilidad de dar continuidad al trabajo de nuestros antepasados, que fueron pioneros en hacer de Galicia un referente mundial en el ámbito de la pesca y los cultivos marinos, para trasladar ese legado a las generaciones venideras», declara el conselleiro.
Ejemplo de sostenibilidad
El mismo que, al hablar de la pesca extractiva y la acuicultura, que define como una actividad «arraigada» que forma parte de la identidad de Galicia, destaca que el sector ha sabido adaptarse a los cambios que se han producido en los últimos años, de ahí la presencia de flota gallega «en caladeros de todo el mundo», pero también el hecho de que se haya convertido en «un referente internacional en sostenibilidad».
No obstante, queda mucho por hacer, de ahí que Mar se brinde a «seguir acompañando al sector ante los desafíos actuales, marcados por la reforma del marco normativo comunitario recogido en la Política Pesquera Común, partiendo de la necesidad de garantizar la soberanía alimentaria del continente».

Así se captura el "Centolo do Grove". / FdV
Pero también desde el compromiso «irrenunciable» de seguir abundando en la sostenibilidad «y en mejorar la valorización de nuestros productos».
Todo ello «a partir del trabajo conjunto de todos los agentes implicados, pues la unión es la mayor garantía de éxito», insiste Villares.
El papel de la mujer
Acto seguido, destaca que entre la flota que conforman los casi 4.200 barcos censados «va ganando peso el papel de la mujer».
Aún reconociendo que lo hace a partir de «pequeños pasos», el conselleiro destaca la firmeza de los mismos.
Las cifras indican que entre los 11.002 tripulantes totales de la pesca extractiva hay 700 mujeres, 682 de ellas en el caladero nacional, 15 en las pesquerías comunitarias y tres en las internacionales.
En el caso de la acuicultura, el papel femenino resulta mucho más destacado, pues son 1.107 mujeres y 3.353 hombres.
En este sector hay 637 trabajadoras en las bateas (21% del total), 291 en parques de cultivo (40%) y 179 mujeres (29%) en criaderos, granjas, líneas de cultivo y similares.
Cambio climático
Por otra parte, Ocupesca 2023 deja patente «el impacto de los efectos del cambio climático en la actividad productiva, así como un reparto de las posibilidades de pesca que en los últimos años no atendió al necesario equilibrio entre los factores ambientales, económicos y sociales», argumenta el conselleiro Alfonso Villares.

La meañesa Sandra Falcón largando aparejo en el barco Axexo Dous, esta mañana. / Senia & Gael
Esto lo lleva a resaltar que se ha producido un crecimiento del empleo en los caladeros correspondientes a pesquerías internacionales, mientras que en los caladeros nacionales o comunitarios se detecta un descenso de ocupación.
2021
Si se comparan la cifra de Ocupesca 2021 con las de Ocupesca 2023 se observa que las pesquerías internacionales experimentaron un crecimiento de 125 trabajadores y 3 embarcaciones, situándose así en 1.132 empleados y 102 naves.
De ellos, 599 tripulantes y 29 embarcaciones corresponden a arrastre y cerco, mientras que el palangre de superficie se queda con los 533 trabajadores y los 73 buques restantes.
Sin embargo, como explicaba el conselleiro, ocurre todo lo contrario en el caladero nacional, que pierde 636 tripulantes y 64 barcos, para quedarse con 8.640 y 4.024 unidades, respectivamente; y en las pesquerías comunitarias, que se situaron en 2023 en 60 buques y 1.230 tripulantes, tras perder 4 barcos y 43 trabajadores respecto a 2021.
Relevo generacional, la asignatura pendiente.
Al presentar los resultados de Ocupesca 2023 y analizar la situación del sector, en la Xunta reconocen que el relevo generacional es, quizás, la gran asignatura pendiente.
En la Consellería do Mar lo definen como «uno de los retos» a los que se enfrentan la pesca y la acuicultura.
De ahí la apuesta por «una actividad formativa de excelencia en la que este año invertimos 12,3 millones de euros», destaca Alfonso Villares.
Al observar los datos ofrecidos por Ocupesca 2023 en relación con la población ocupada por tramos de edad se observa que hay 1.770 trabajadores de entre 16 y 34 años, así como 1.888 que tienen más de 55.
El mayor grupo , con 7.344 empleados, es el correspondiente a la franja de edad de entre 35 y 54 años.
En el caladero nacional son 1.439 de entre 16 y 34, 5.730 trabajadores de 35 a 54 y 1.471 con más de 55 años, frente a los 156, 888 y 186 empleados, respectivamente, en las pesquerías comunitarias, y los 175, 726 y 231 de las internacionales.
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