Un día con sello franciscano

Cinco colegios de esta congregación se reunieron en Vilagarcía

Tres niñas durante una de las actividades de la jornada escolar.

Tres niñas durante una de las actividades de la jornada escolar. / FdV

Vilagarcía

Vilagarcía fue este año el escenario del tradicional encuentro de zona de la Fundación Educativa Franciscanas-Ana Mogas en Galicia. Una cita anual que reunió ayer sábado a cerca de 200 alumnos de diferentes centros en una jornada cargada de convivencia, alegría y espíritu franciscano. El colegio anfitrión en esta ocasión fue el San Francisco de Vilagarcía, que abrió sus puertas al resto de centros participantes con una acogida tan cálida como el tiempo que acompañó durante todo el día.

Desde primera hora de la mañana, el ambiente ya era especial. Muy pronto comenzaron a llegar los autobuses procedentes de distintos puntos de Galicia. Participaron los colegios Mariano (Vigo), Sagrado Corazón (O Carballiño), Sagrado Corazón (A Coruña) y Divina Pastora (Ourense), además del propio centro de Vilagarcía. Un total de cinco colegios unidos por el carisma de la Madre Ana Mogas y por el deseo de compartir un día diferente, en comunidad.

La jornada comenzó con una dinámica de bienvenida y una oración conjunta, antes de dar paso a un bloque matinal de juegos y actividades en el propio patio del colegio San Francisco. Los alumnos, organizados en grupos mixtos por colegios, participaron en distintas pruebas cooperativas pensadas para fomentar el trabajo en equipo, el respeto y el conocimiento entre iguales. Más allá de la competición, lo que reinó fue la risa, la complicidad y el entusiasmo.

Los juegos ayudaron a una 
mayor diversión. |  FdV

Los juegos ayudaron a una mayor diversión. | FdV

A mediodía, el grupo se trasladó caminando hasta el merendero de la playa de A Concha, donde compartieron la comida en un ambiente relajado y festivo. El día soleado permitió disfrutar del entorno natural y de momentos de conversación entre alumnos y profesores.

Tras la comida, el regreso al colegio se convirtió en una pequeña excursión urbana. Durante el paseo, los anfitriones fueron mostrando a sus compañeros algunos de los rincones más emblemáticos de Vilagarcía, permitiendo que la experiencia también sirviera para conocer mejor la ciudad.

La jornada finalizó cerca de las 17.30 con una breve despedida y la promesa de reencontrarse el próximo año en una nueva localidad anfitriona. Para muchos, fue un día especial e inolvidable, marcado por la convivencia y la experiencia de sentirse parte de una red educativa con valores comunes y una historia compartida. Una jornada vivida con intensidad y gratitud, que ya queda en la memoria colectiva de todos los que participaron.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents