El sello Ternera Gallega recibe el XIX Premio Lola Torres de gastronomía

El galardón, concedido por la Fundación Amigos de Galicia, contó con un total de 84 candidaturas | José Antonio Cacabelos encabezó la delegación grovense en Santiago

Las autoridades presenten alzan el trofeo que reconoce la excelencia del producto. |  Xoán Álvarez

Las autoridades presenten alzan el trofeo que reconoce la excelencia del producto. | Xoán Álvarez

Arousa

La cocina tradicional gallega volvió a ocupar un lugar protagonista en la Ciudad de la Cultura de Santiago, donde se celebró la entrega del XIX Premio Nacional de Gastronomía Tradicional Lola Torres, un galardón con sello grovense que este año reconoció la excelencia de la IGP Ternera Gallega, destacando no solo la calidad de su carne, sino también el esfuerzo colectivo de más de 8.000 ganaderos que hacen posible este sello de identidad del campo gallego.

Pero el protagonista del día no fue solo el producto, sino también la tierra que le da nombre al premio: O Grove. La localidad pontevedresa, cuna de la recordada cocinera Lola Torres, vuelve a ser epicentro de la defensa de la gastronomía tradicional y de la reivindicación de los productos del territorio. Porque si bien el acto tuvo lugar en Santiago, el espíritu del premio nace y regresa siempre a O Grove, donde se convocó por primera vez en 2002 como homenaje a las mujeres que, como Lola, cimentaron desde los fogones la reputación de la cocina gallega.

El acto estuvo presidido por la conselleira do Medio Rural, María José Rodríguez, y contó con la destacada intervención del alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos, quien en su discurso apeló a la importancia de volver a la mesa y al producto de calidad como vía de reencuentro con el bienestar. Cacabelos celebró la conexión entre el mar y el campo, entre los sabores del litoral y la riqueza ganadera de Galicia, pilares complementarios de una misma cultura gastronómica.

Cacabelos durante el acto en Santiago.

Cacabelos durante el acto en Santiago. / Xoán Álvarez

También tuvo un fuerte acento grovense el reconocimiento a las ganaderías más destacadas de la IGP, ya que los encargados de entregar las placas fueron, entre otros, dos referentes de la restauración de O Grove: José Luis Padín Noya (restaurante Solaina) y Rafael Mourelos (hotel Abeiras). Una forma simbólica de reforzar la alianza entre producto, tradición y talento local.

Convocado por la Fundación Amigos de Galicia, en colaboración con el Concello de O Grove, la Axencia Turismo de Galicia y el Centro Superior de Hostelería de Galicia, el premio Lola Torres mantiene viva la memoria de una mujer que hizo de la cocina gallega su causa y su legado. Cocinera nacida en O Grove, representa a tantas mujeres que en la posguerra sostuvieron el arte culinario con recetas transmitidas de generación en generación. Por eso, el premio lleva su nombre a modo de homenaje eterno.

Este año, entre 84 candidaturas, el jurado eligió a la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega por ser el sello más consolidado del vacuno en España y un referente europeo de calidad.

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