El atún rojo de las almadrabas gaditanas busca su sitio en Arousa
Tras la primera «levantá» y el «ronqueo» llega desde Andalucía a las mesas de la ría
Firmas como Novomar Arousa y el restaurante La Baldosa fomentan su introducción

Las almadrabas del atún rojo en aguas de Andalucía. / EFE

Al igual que en Arousa se usan artes de pesca tradicionales, como el xeito que se emplea para la xoubiña, en aguas de Zahara de los Atunes, Barbate, Conil de la Frontera, Chiclana y Tarifa se «da caza» al atún rojo con la almadraba; un ritual milenario que se repite cada año entre abril y junio en la costa gaditana.
Se trata de un complejo entramado de redes situado a pocas millas de la costa empleado para capturar los atunes que pasan por el Estrecho de Gibraltar hacia el Mediterráneo para desovar.

El propietario y chef del restaurante La Baldosa, en Vilagarcía. / FdV
La primera «levantá» del majestuoso pez en las almadrabas gaditanas se realizaba el pasado 21 de abril, y desde entonces es uno de los protagonistas de la cocina mundial, siendo habituales los «ronqueos», que es como se conoce el despiece manual del atún rojo para aprovechar todas y cada una de sus partes, ya sea para consumo fresco o productos elaborados.
Hay que tener presente que de este pez se aprovecha todo, excepto la espina, las vísceras y una parte de la cabeza, de ahí que se le denomine el cerdo marino.
Todo ello, aunque parezca que sucede lejos, está siendo seguido muy de cerca desde Arousa, donde el atún rojo comparte espacio en la cocina con especies tan típicas de esta ría como las xoubas, centollo, volandeira, vieira y tantas otras.

El tartar de atún rojo con aceite de humo casero y algas de la ría deshidratadas. / FdV
Es posible gracias a empresas distribuidoras y restaurantes arousanos que se encargan de su distribución y elaboración. Tales como la vilagarciana Novomar Arousa, que se presenta como una empresa «pionera en Galicia en la comercialización de productos exclusivos del mar», destacando por su atún rojo «de alta calidad, apto para consumo en crudo».
En Novomar Arousa dicen apostar por la excelencia y combinar «una cuidada selección de productos con un trato cercano y personalizado a cada cliente, tanto del ámbito nacional como internacional».
Alta gastronomía
Esto ha llevado a esta empresa a convertirse en un «proveedor de confianza para la alta gastronomía, ofreciendo piezas seleccionadas con estándares de frescura y corte orientados al consumo tipo sashimi», es decir, el plato japonés de mariscos o pescado crudos que son cortados muy finos, aunque no tanto como un carpaccio.

Tataki de atún rojo en el restaurante La Baldosa. / FdV
Es, llegados a este extremo, cuando entran en juego clientes de Novomar Arousa como el restaurante La Baldosa, también de Vilagarcía, donde el atún rojo de la almadraba se ha convertido en una de las especialidades de la casa.
De este modo, el establecimiento de la peatonal calle de A Baldosa se convierte en embajador del producto en la comarca, contribuyendo a diversificar la oferta gastronómica con preparaciones como el tartar –atún crudo picado fino– con aceite de humo casero y algas de la ría deshidratadas.

Manuel Gómez sirviendo una mesa en su restaurante de Vilagarcía. / FdV
Junto a otras como el tataki de atún rojo, es decir, una forma de prepararlo al estilo japonés, cocinándolo muy brevemente en una llama o sartén y marinando ligeramente las piezas en soja, acompañadas de sésamo negro y su ensalada fresca de frutos del bosque y fresas.
«Lo que buscamos con estas jornadas de exaltación del atún rojo de las almadrabas es, apostando siempre por la máxima calidad de nuestros productos, como hacemos con pescados mariscos y carnes, innovar en la carta para agradar a nuestros clientes», esgrime Manuel Gómez, gerente y chef de La Baldosa.
A su juicio, «aunque en Arousa y Galicia tengamos la mejor materia prima, no hay que cerrarse a otras posibilidades culinarias, y menos aún si son tan interesantes como el atún rojo».
El arte del ronqueo
El ronqueo es la técnica del despiece y selección de la carne del atún. Sirve para distinguir las partes nobles de las internas, algunas de las cuales son altamente codiciadas por su rareza.
El proceso comienza separando la cola y la cabeza del pescado, de la que se aprovecha la carrillera y el cogote. Seguidamente se extraen las dos ventrescas y los cuatro lomos de un atún rojo.
La ventresca también es llamada ijar o ijada y se sitúa en la barriga o vientre del atún, la zona más grasienta. Los lomos, por su parte, son trozos anchos de carne limpia, menos grasos e ideales para tomar en sashimi.
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