El episodio tóxico primaveral ya afecta a todas las rías
El avance de las biotoxinas marinas es imparable
Los niveles de células aumentaron en 26 de las 46 estaciones oceanográficas
Mañana se cierran dos polígonos más, en Arousa y Vigo

Un técnico del Intecmar dando explicaciones al conselleiro, Alfonso Villares, y a la directora del centro, Covadonga Salgado. / Noé Parga

Como era de esperar, el episodio tóxico primaveral no deja de aumentar en el conjunto de las Rías Baixas.
Tanto es así, que ya ha provocado los primeros cierres de bateas de cultivo de mejillón en la de Arousa, que hasta ahora era la única que se mantenía «limpia».
Se trata de los viveros flotantes del polígono Grove C2, que por situarse en aguas exteriores es siempre uno de los primeros de la ría de Arousa en notar la llegada del afloramiento costero.

Los dinoflagelados causantes de la toxina diarreica ya están en todas las rías. / FdV
El Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) decretó a primera hora de ayer la prohibición de extracción de moluscos infaunales cultivados en esos viveros flotantes de Meloxo.
Pero no solo eso, sino que desde el laboratorio de referencia que dirige Covadonga Salgado se anunció ya que mañana se cerrará también, de forma cautelar, el Grove C4. Al igual que se hará en la ría de Vigo con el Cangas G.
A la espera de que se hagan efectivos esos dos cierres, hay que destacar que ayer por la mañana eran quince los polígonos bateeiros temporalmente cerrados en toda la comunidad debido a este esperado episodio tóxico.
Sada, Muros y Pontevedra
Así las cosas, en la ría de Ares–Betanzos permanecen cerrados sus dos polígonos, los de Sada; y en la de Muros-Noia permanecen inoperativos el Muros A, el Noia A y el Muros C, quedando solo abierto, de momento, el Muros B.
En la de Pontevedra este episodio popularmente conocido como «marea roja» afecta a sus ocho polígonos, lo cual tampoco es de extrañar, teniendo en cuenta que es siempre la ría más castigada.
Son los Cangas A, Cangas B, Bueu B, Bueu A2, Bueu 1, Portonovo A, Portonovo B y Portonovo C.
Cangas y O Grove
En cuanto a las rías de Vigo y Arousa, que esperan los cierres antes citados del Cangas G y el Grove C4, respectivamente, decir que ayer tenían inoperativos el Cangas F y el aludido Grove C2 con el que se estrenaba el episodio tóxico en estas aguas.
Un proceso totalmente natural y controlado con el que está acostumbrado a convivir el sector y que no debe preocupar al consumidor, si adquiere el mejillón por los cauces reglamentarios.

Por ahora la paralizante solo se hace notar en Ares-Betanzos y el interior de la ría de Pontevedra, como señalan las flechas rojas. / FdV
DSP y PSP
Es, cabe insistir, un proceso que se repite todos los años y que en esta ocasión está claramente dominado por el dinoflagelado «Dinophysis acuminata», causante de toxinas lipofílicas como la diarreica (DSP, por las siglas en inglés de Diarrhetic Shellfish Poison).
Aunque esta toxina no está sola, dado que, como ya se ha explicado en las últimas semanas, llega acompañada del dinoflagelado «Alexandrium», que es, junto al «Gymnodinium catenatum», el principal causante de la toxina paralizante (PSP, Paralytic Shellfish Poison).
Así queda de manifiesto en los últimos informes técnicos sobre identificación y cuantificación de fitoplancton tóxico en agua de mar, elaborados por el laboratorio de referencia asentado en Vilagarcía.
De ese documento se desprende que se ha detectado un «incremento significativo» de la toxina diarreica en 24 de las 46 estaciones oceanográficas disponibles.
De forma más detallada, puede hablarse de un aumento de «Dinophysis» en las estaciones viguesas identificadas como Moaña, Chapela, Boca Sur, Boca Norte y Baiona, así como en las pontevedresas de Combarro, Bueu, Raxó, Boca Norte, Tambo, Cabalo de Bueu y Festiñazo.
También han subido los niveles de esas toxinas lipofílicas en las estaciones oceanográficas Muros, Esteiro, A Creba, Centro da Ría, Boca da Ría y Esteiro Interior, todas ellas en la ría de Muros-Noia, así como en la estación de Ares.
En cuanto a Arousa, se nota el aumento significativo de dinoflagelados en nueve de las doce estaciones ocenográficas disponibles, como son la de Boca da Ría, Rianxo Xidoiros, Vilagarcía, O Grove, Meloxo y Aguiño.

Manuel Méndez
Pero aún hay más, puesto que las células causantes de la DSP también suben en las estaciones costeras de Baldaio, Ribadeo y Foz.
Por su parte, el «incremento significativo» de «Alexandrium» se hace notar en las estaciones oceanográficas de Lorbé, Arnela, Sada, Ares, Combarro, Raxó y Tambo.
Tranquilidad en todos los distritos marítimos
Está claro que poco a poco, pero con paso firme, el episodio tóxico se extiende por todas las provincias marítimas.
Aunque no importa demasiado a los bateeiros, teniendo en cuenta que abril y mayo son los meses más flojos para las descargas de mejillón, que se encuentra en pleno desove.
Distintos, y con muchos más trastornos, son los episodios tóxicos que se registran en otoño, cuando las descargas del «oro negro» de batea están en su momento álgido.
Actualmente impera la calma en todos los distritos marítimos, desde el más grande, como es Caramiñal, con 657 bateas, hasta los más pequeños: Ribeira (61 viveros), el distrito marítimo de Vigo (40), el de Noia (25) y el de Baiona (15).
Puede recordarse, al hilo de esto, que el de O Grove tiene 641 y el de Cambados, 597. Otros distritos son el Vilagarcía (467), Cangas (444), Redondela (139), Bueu (130), Portonovo (119), Sada (106) y el distrito marítimo de Muros (104).
Las mareas rojas de verdad
Biotoxinas como la PSP o la DSP poco tienen que ver con las inofensivas proliferaciones de microalgas que tiñen el mar de color, provocando las mareas rojas, e incluso llegan a iluminarlo.
En Galicia se han documentado seis tipos de proliferaciones microalgales productoras de coloración. La roja anaranjada, por ejemplo, se debe al dinoflagelado “Noctilluca scintillans”, localizado hace días en Liméns y aún presente, aunque en bajas concentraciones, en los últimos análisis efectuados en la ría de Vigo.
También puede teñirse el mar de rojo, en este caso poro el dinoflagelado “Gonyaulax polygramma”; o bien de marrón verdoso, que es el tono que suelen provocar los dinoflagelados “Karenia mikimotoi” y “Prorocentrum”.
Incluso se han documentado episodios con un característico color marrón rojizo, que se debe a un exceso de diatomeas como los “Chaetoceros” y a los dinoflagelados “Gymnodinium catenatum” y “Glenodinium foliaceum".
A todo ello se suman las “mareas rojas” que, en realidad, deberían llamarse “mareas marrón chocolate”, como son las provocadas por el flagelado “Heterosigma akashiwo”.
Para entender mejor en qué consisten estos episodios tóxicos, a continuación se ofrecen algunas claves:
Diarrhetic Shellfish Poison (DSP)
- Es la toxicidad más frecuente y abundante en aguas gallegas, la menos peligrosa y la que antes eliminan los moluscos afectados.
- Es una proliferación de fitoplancton portador de biotoxinas que llega acompañada de ingentes cantidades de nutrientes. Un fenómeno con el que están acostumbrados a convivir tanto los profesionales del Intecmar como los propios bateeiros, ya que este fenómeno se repite en cada uno de los afloramientos costeros que introducen los nutrientes en las rías gallegas.

Covadonga Salgado (de pie) y una de las profesionales del lntecmar, en Vilagarcía, durante la realización de pruebas para determinar la evolución de la toxicidad. | // FDV / Manuel Méndez
- La DSP es una de las llamadas toxinas lipofílicas, y es la responsable de procesos patológicos que afectan al tracto digestivo del ser humano en caso de ingesta de producto contaminado.
- Puede causar diarreas, náuseas, vómitos, dolores abdominales y escalofríos, detectándose los síntomas casi de inmediato tras ingerir los moluscos, pudiendo durar hasta tres días.
- Los episodios tóxicos diarreicos están producidos por proliferaciones de dinoflagelados del género “Dinophysis”, conociéndose más de doscientas especies.
- Son las que generan ácido okadaico, que es, en realidad, la toxina causante de la intoxicación diarreica por moluscos en humanos, afectando de manera especialmente significativa a la producción de mejillón. La más frecuente en aguas gallegas es la “Dinophysis acuminata”.
Paralytic Shellfish Poison (PSP)
- Los episodios tóxicos paralizantes, como el que se registra desde hace semanas en Galicia y cuya presencia se suma al diarreico, están provocados por la proliferación de los dinoflagelados “Alexandrium minutum” y “Gymnodinium catenatum”.
- Los “Alexandrium”, que son los habituales en la comunidad, son un género de dinoflagelados en el que se identifican alrededor de treinta especies y contienen algunas de las más dañinas para los humanos.

Descargas de mejillón para Francia e Italia en el puerto de Vilanova de Arousa. / M. Méndez
- La intoxicación paralizante (PSP) que causan puede afectar al sistema nervioso central del ser humano y provocarle parálisis o incluso la muerte por parada cardiorespiratoria, pero solo en condiciones extremas de ingesta masiva de molusco contaminado.
- Los síntomas de la PSP (Paralytic Shellfish Poison) se notan en los primeros treinta minutos después de comer una buena cantidad de moluscos tóxicos.
- “Se padece picazón o ardor en torno a la boca, labios, lengua y cara, además de otras alteraciones del sistema nervioso”, explica la comunidad científica.
- En el Intecmar añaden que “esta sensación progresiva de entumecimiento muscular se extiende al cuello, brazos, piernas y extremos de los dedos”, haciendo que los movimientos voluntarios y el habla empiecen a ejecutarse “con dificultad”.
- Estos síntomas, concretan en el laboratorio de referencia arousano, también pueden aparecer ocasionalmente acompañados de “trastornos gastrointestinales, tales como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea”.
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